Se denomina pudín o budin a un tipo de pastel, dulce o salado, compuesto de pan o bollería y aglutinado con huevo y cocido, generalmente, en el horno. También se pueden elaborar a partir de bizcocho, arroz, sémola, etc y cocerse en cazuela al fuego al baño María. Es una manera excelente manera de aprovechar restos y de darles una nueva oportunidad, que admite tantas variaciones como imaginación tengamos.
Hoy, día 11 de mes, toca publicar receta para Con un par. ¿Temática? Puding…aunque creo que lo habréis intuido 🙂 Mi propuesta se basa en la utilización de sémola y licor de mora. Quienes seguís este blog, sabréis que me gusta buscar el punto diferenciador en toda receta. Respetando las tradiciones, por supuesto, pero dándole una vuelta de tuerca. Aunque sólo sea ligeramente.
Este pudin de sémola y mora es muy sencillo de elaborar. No requiere de utensilios extraños, ni de ingredientes imposibles de encontrar, ni del dominio de ninguna técnica culinaria concreta, ni nada por el estilo. El ligero sabor a mora que le aporta el licor a la masa, se puede cambiar por cualquier otro que os guste más. ¿Sois unos locos de la cereza?, pues usad Kirsch. ¿Preferís el sabor a naranja?, pues usad Grand Marnier.
Hacedlo como queráis, pero no dejéis de probarlo. Os cuento cómo daros el capricho…
Necesitamos (para 8 unidades)
- 500 ml de leche
- 65 grs de azúcar
- 50 grs de mantequilla
- 100 grs de sémola de trigo
- 1 pellizco de sal
- 3 huevos
- 150 ml de licor de mora (sin alcohol)
Además
- Mantequilla y sémola para los moldes
Preparación
Calentamos la leche con el azúcar, la mantequilla y el pellizco de sal. Cuando comience a hervir, bajamos el fuego al mínimo y agregamos la sémola. Mezclamos con una cuchara de madera y cocemos a fuego muy suave durante 20 minutos. Transcurrido este tiempo, retiramos del fuego y dejamos atemperar.
Mientras tanto, separamos las claras de las yemas. Batimos estas últimas en un cuenco junto con el licor de mora y se lo agregamos a la sémola tibia, removiendo hasta obtener una masa homogénea. Ojo con la temperatura, pues si la sémola está demasiado caliente las yemas cuajarán. Así que más vale ser un poco pacientes y darle un tiempo a la sémola para que se enfríe.
En otro cuenco montamos las claras a punto de nieve muy firme, las añadimos a la masa anterior con mucha suavidad y movimientos envolventes. De esta manera nos aseguramos de no perder el aire incorporado en las claras con el batido y, como resultado, obtendremos un pudin muy esponjoso.
Untamos con mantequilla los ocho moldes elegidos para el horneado de nuestros pudin y los espolvoreamos con un poco de sémola. Repartimos la mezcla entre los ocho moldes y los introducimos en un recipiente con un dedo de agua, para hornear al baño María. Introducimos en horno pre-calentado a 200ºC durante 20 minutos aproximadamente.
El pudin quedará ligeramente blando al tacto y se asentará con el atemperado. Dejamos reposar 30 minutos antes de desmoldar y servir. Podemos acompañarlo de coulis de moras, chantilly, helado de vainilla, crema inglesa o lo que más nos apetezca. Las posibilidades son muchas y el disfrute…¡tremendo!
Y hasta aquí mi aportación al reto Con un par del mes de noviembre. ¿Vamos a ver qué han preparado mis compañeras?
Dolores-MiGranDiversion dice
Ohhh!!! nunca lo he probado con sémola…me lo apunto
Las fotos, preciosas
Bss
Pamela Palma dice
Maravilloso! Un pudín en toda ley, me encanta el acompañamiento del licor de mora! besos
Montse de Sants dice
Es que lo tiene todo, bonito, bueno y barato!! Fotos preciosas y receta deliciosamente asequible de hacer. Petonets guapa!