Galletitas de limón [para una «personita» muy especial]

Hoy es un día especial, muy especial. Un día como hoy, hace ya unos taitantos años, llegó al mundo una «personita» que muchos de vosotros conocéis y a quien, no me cabe la menor duda, apreciáis tanto como yo.
Esta «personita» no es otra que mi nuestra querida amiga Yolanda, quien, a través de su entrañable Cocido de sopa, nos ameniza esos momentos blogs que tanto disfrutamos cuando nuestros puñados de responsabilidades nos lo permiten.

Hoy, día 11, deberíamos haber publicado una nueva entrada del reto Directas al grano de no ser porque, el mes pasado, pusimos punto y final al mismo. No obstante, como mis compañeras retadoras y yo somos un tanto inquietas y nos gusta mucho enredar, hemos decidido dejaros un regalo en forma de e-book recopilatorio con todas las recetas del reto. Porque, aunque podáis acceder a ellas desde nuestros blogs, siempre es más fácil tenerlas juntas en un mismo documento.

Bueno, después de este inciso, vuelvo al tema Yolanda. Que no me quiero dispersar. El caso es que cada día 11 de mes ha sido especial para nosotras desde hace meses y este no lo es menos, por la razón que os acabo de contar. A Beatriz, Neus, Paula y a una servidora se nos ha ocurrido homenajear a la quinta componente del grupo en el día de su cumpleaños, elaborando una receta de la muchas que podemos encontrar en su blog. La tarea de elegir una sola ha sido complicada, oigan, porque esta «personita» tiene mucho entre lo que elegir y todo muy apetitoso.
Pero, después de navegar por su índice, mis ojos se clavaron en estas galletitas de limón. Fue verlas en la pantalla y pensar, «si, esta es la receta con la que mejor puedo homenajear a Yolanda». Y es que, hace unos meses, Yolanda se presentó en mi casa con una lata llena de estos deliciosos bocados con los que pusimos punto y final a una comida entre amigas. Aquel día me comprometí a prepararlas para mi familia y, aunque mi intención era la de prepararlas más pronto que tarde, los meses pasaron y el momento no se ha presentado hasta ahora.
Esta es mi manera de reciprocar por ese detalle tan dulce con el que acompañamos nuestros cafés de sobremesa aquella tarde, por esos momentos tan divertidos que siempre pasamos juntas y por los muchos que, confío, están por venir.
Feliz cumpleaños, querida Yolanda…¡espero que disfrutes de tu día!
Necesitamos (para unas 35-40 galletitas o una bandeja de horno)

• 225 grs de harina de trigo
• 1/4 cucharadita de levadura química
• Una pizca de sal
• 115 grs de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
• 100 grs de azúcar blanquilla
• 1 yema de huevo «M»
• 4 cucharadas de zumo de limón
• 1/2 cucharada de ralladura de limón
• Azúcar glas para rebozar

Preparación
Mezclamos la harina, la levadura, la sal y reservamos.
Con ayuda de unas varillas eléctricas, batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta blanquear, es decir, hasta alcanzar una textura cremosa y pálida. Añadimos la yema y removemos hasta incorporar. A continuación, agregamos la ralladura y el zumo de limón. Mezclamos de nuevo con suavidad, sin batir.
Por último, añadimos los ingredientes secos que tenemos reservados y los mezclamos, con las manos, hasta obtener una masa homogénea. Damos forma de bola a la masa, la envolvemos en film transparente y la reservamos en la nevera durante, aproximadamente, 30 minutos para que adquiera consistencia.
Mientras tanto, preparamos nuestra bandeja de horno y la cubrimos con una lámina de papel sulfurizado. Pre-calentamos el horno a 175ºC.

Tomamos pequeñas porciones de masa, del tamaño de una nuez y le damos forma redonda entre las palmas de las manos. Colocamos sobre el papel sulfurizado, procurando dejar algo de espacio entre ellas, aunque no son galletas que se expandan demasiado al cocerse.
Introducimos la bandeja en el horno y cocemos las galletitas durante 15 minutos o hasta que comiencen, ligeramente, a tomar color. Es importante no pasarse con el tiempo de horneado, estas galletitas han de quedar ligeramente blandas en su interior así que cuidado con esto.
Retiramos la bandeja del horno y dejamos que las galletitas terminen de cocerse con el calor residual. Transcurridos un par de minutos, las pasamos a una rejilla para su completo enfriado.
Por último, las espolvoreamos con azúcar glas y listas para consumir.