Para desgracia de mis hijos, últimamente elaboro poco dulce en casa y, consecuentemente, publico poco dulce (valga la redundancia). El caso es que somos todos muy golosos, ya os lo he contado una y mil veces, y que nos abandonaríamos a los placeres del azúcar sin cargos de conciencia si este no fuera tan perjudicial para nuestros organismos. Pero la responsabilidad que siento sobre la alimentación de mi familia es tan grande que intento que nuestra dieta sea equilibrada y que no abusemos de ningún alimento en concreto.
Cuando Bea de Sin salir de mi cocina, anfitriona del #retotíaalia de este mes, publicó sus propuestas mi primera reacción fue la de «bien, un plato de pescado entre las propuestas, este mes cae la receta salada si o si». Y como lo cuento, lo hice. Compré lo necesario, lo preparé y…no me gustó el resultado. Mi gozo en un pozo 🙁
Pero como el #retotíaalia tiene lo que tiene, pues pude cambiar de plan y lanzarme a preparar la receta dulce que, aunque en un principio no me llamó la atención, nos ha gustado mucho, mucho, pero mucho, a todos. Y en este «todos» incluyo al «Don Tía Alia» a quien no le gustan las bebidas alcohólicas pero que disfrutó de su ración como el que más.
Con eso lo digo todo 🙂
Así que, dicho todo esto, este mes he caído en las redes del dulce muy a pesar de mis intentos por controlar el consumo de azúcar en casa pero para sorpresa y alegría del resto de la familia, quienes no paran de pedir más. Habrá que darles el capricho de nuevo porque, sinceramente, con lo fácil que es de preparar va a resultar complicado negarse.
Os cuento cómo hacerlo…
Necesitamos
Para el bizcocho
- 4 huevos «M»
- 100 grs de azúcar
- 100 grs de harina de trigo, tamizada
- Mantequilla para engrasar el molde
- 100 ml de vino blanco dulce (yo usé Mistela de Moscatel)
Para el merengue
- 3 claras, a temperatura ambiente
- 100 grs de azúcar
Además
- Manga pastelera y boquilla redonda
- 10 grs de azúcar glas
Preparación
Comenzamos engrasando el molde en el que vayamos a hornear el bizcocho con un poco de mantequilla.
A continuación, con ayuda de unas varillas eléctricas batimos los huevos junto con el azúcar hasta que blanqueen y tripliquen su volumen (unos 12 minutos).
Agregamos la harina, poco a poco, removiendo hasta su total incorporación antes de agregar más. Esta operación debemos hacerla con mucho cuidado y suavidad para que el aire que hemos incorporado con el batido de los huevos no se pierda ya que, de ocurrir esto, nuestro bizcocho no esponjará con la cocción.
Cocemos en horno pre-calentado a 180 ºC durante 20 minutos o hasta que la superficie esté dorada y, al pinchar con una aguja de horno, esta salga limpia.
Retiramos del horno y dejamos atemperar sobre una rejilla metálica.
Pinchamos con una aguja de horno por toda la superficie y calamos con el vino dulce.
Montamos las claras a punto de nieve (seguimos con las varillas eléctricas) y, cuando estén firmes, agregamos poco a poco el azúcar mientras seguimos batiendo.
Escudillamos el merengue en una manga pastelera en la que habremos introducido una boquilla redonda y cubrimos el bizcocho haciendo el dibujo que más nos guste.
Espolvoreamos con azúcar glas y doramos bajo el grill o con ayuda de un soplete.
Servimos templado.
Maria Pilar-COCINICA dice
No me extraña que os gustase tiene un aspecto que dice comerme.
Besitos
Iria dice
mmm que buena pinta tiene ese bizcocho, este mes la verdad es que me perdí el reto porque me hice un lío buscándolo xdd a ver si para el mes me animo ^^
Beatriz dice
Qué rico no? Nunca se me habría ocurrido. Es verdad que hay que vigilar el azúcar, y las grasas, y todas esas cosas malas que nos acechan detrás de los placeres de la cocina. Yo me consuelo pensando que en realidad, mientras sea hecho en casa, las posibilidades de perjudicarnos se reducen drásticamente. Un bollo de este tipo si fuera industrial sería un crimen de lesa humanidad, pero hecho en casa es un placer y se puede uno permitir el disfrute de vez en cuando. Hay que quitarse las culpabilidades de vez en cuando y darle a la cuchara porque cosas como este bizcocho no se pueden dejar pasar!
Besitos
Tengo un plan B
Patricia Valdivielso dice
Un bizcocho delicioso con ese ingrediente tan rico como la Mistela! bss
La cajita de nieveselena dice
jajajaja… es que lo llevas intrínseco, tienes que preparar las dos aunque no quieras, ¿tan mal te salió el pescado? a mi me encantó.
Desde luego el resultado del bizcocho es excepcional y estoy segura de que en casa se alegraron de que el pescado no saliera ¿o también os lo comisteis? seguro que si, yo cuando no me sale muy bien un plato o no resulta lo esperado no lo tiro, a no ser que sea realmente desastroso lo cual dudo de ti.
Bueno que parece que el reto se va alejando cada vez mas, me encanta que haya saltado ahora a tierras catalanas, seguro que todos nuestros amigos de allí le darán un buen tute y veremos muchas propuesta interesantes.
Besos
Nieves
Adrián DulceríasConSorpresa dice
Qué pinta tan rica. Y muy original!! A mí también me chifla el dulce, pero es cierto que tenemos que controlarlo.
Un beso
Adrián de Dulcerías con Sorpresa
Encarnita dice
Que rico ,yo esta vez modifique un poco la receta y me salió un postre buenísimo.besinos
Carmen díaz moreno dice
Como de costumbre un lujazo tu receta y tu presentación, las fotos son fantásticas, me encanta Carmen. Gracias por compartir y besos
Elena BB dice
Te ha quedado un postre muy rico! Yo he preparado la receta salada pero me he quedado con ganas de preparar esta! Un saludo.
Marga dice
espectacular!!!! este mes no he llegado porque me confundí de fechas, que desastrón soy, bssss Carmen
FoodandCakes by GB - Gemma Biosca dice
A mi me encanta esta propuesta tuya…y mucho! Yo es que no puedo con este tipo de dulces…y además ahora que no están mis hijos en casa, pues nada, que me tiro a lo salado de cabeza!
Por cierto…que Tía Alia está pero que muy muy viajera, eh?? Este mes de noviembre la tendré muy cerca!
Un beso guapa!
cocido de sopa dice
Pues yo creo que lo que pasa por tu cocina es lo que pasa por la mía: la escasez de tiempo hace que una vaya a lo práctico, y lo práctico lo dan los platos principales, que son los que nos dan de comer día a día. Así que si una prescinde de hacer dulce, o al menos en mi caso, creo que es principalmente por este motivo. Y aunque tú pienses sensatamente en lo que más interesa a tu familia en cuestión de salud es evitar el dulce, siempre será mejor ese tan rico que hacemos en casa que el industrial que se compra en un pis pas en el súper, ¿o no?
Tu plato de bizcocho te ha quedado precioso; y se ve muy jugoso, aunque sinceramente, yo soy como tu "Don Tía Alia" y no me tientan los bizcochos empapados de licor o de vino. Ahora … que como no me cierro a nada, para probar siempre hay tiempo, pero si lo haces tú, of course!
Qué bueno eso de escudillar el merengue, ¿no? Tú aprendes, nos lo enseñas, y nosotros, avispados a tus explicaciones, tomamos nota de lo que no sabemos y no cuesta nada aprender 😉
Besos y feliz semana.
Mar dice
Hola Carmen,
Estaba pensando que lo malo de estas publicaciones es que nos dejas el listón muy alto…jajajaja, que nooooooo, que no es malo: es genial porque vemos estas excelencias tuyas y nos imaginamos nosotras—bueno: yo– haciendo lo mismo algún día próximo o lejano…ainsss.
Un besote
Mar
El tiempo entre cucharas dice
Me encanta tu presentación pero, lo que más, la idea de hacer el bizcocho en casa. Esta vez no hemos llegado a tiempo al reto pero, no nos perderemos el siguiente por nada del mundo 🙂
Victoria dice
Un postre de lo más interesante, sobre el papel no lo veía muy claro, pero con lo que estoy viendo me está picando mucho el gusanillo, tiene que estar buenísimo, ¡no pienso quedarme con la duda!
Los chatos Chefs dice
Y encima con merengue, mmmm.
Un abrazo!!
MAYTE PEREZ DURAN dice
OOOHHHH me encanto con te quedo, que rico, yo me decidí por la receta salada, enhorabuena, sigue así, un beso.
LAS DELICIAS DE MAYTE
BeatriZ sinsalirdemicocina dice
Escudillar el merengue! No había oído el termino pero apuntado queda. LA primera Yolanda y la última tú. Me alegro mucho mucho mucho que os gustara el plato del postre ya que no hubo éxito con el salado. ¡¡Menos mal!! : ME habría sabido mal que no te gustaran ninguna de las dos :((. AL menos decirte que a mi me gusto mucho ser anfitriona y que los dos platos me salieron que ya sabes que no siempre lo he conseguido con el reto y ademas quedaron como dice mi Guille "delicius" jeje. Preciosa tu capa de merengue ;))
Un beso
Bea
Ana Melm dice
Me suena a mí eso de "en casa piden azúcar"
Yo ahora intento controlar lo que sale del horno, pero admito que al comienzo cuando conocí a Herr Vikingo le hacía tantas galletas que en algún momento me dijo "deja de darme mantequilla, para ya!"
Este mes me ha pillado fatal de los fatales, pero tengo muchas ganas de que llegue el lunes para ver que nos propone la nueva anfitriona 🙂
Teresa dice
No puede uno tener a su famia sin dulces …eso es malvado …. jijiji, está bien darles-darnos unos caprichitos de vez en cuando aunque en mi caso los caprichitos se han pegado a las caderas y asi me veo pero me pierden y no me resisto….. en realidad no sabría decir si disfruto más comiéndolos o haciéndolos …
Besitos y Felicidades por la organizacion GastroMAD, eres grande pequeña !!!!!!
Nauzet Los Antojitos De María dice
Que malo son los dulces, pero que buenos que están. Yo también he tenido que parar un poco el horno que sí no… Y eso que la peque está aún a pecho, cuando me los pida a ver cómo le voy a decir que no. Me encanta cómo te ha quedado, muy bonito y seguro que muy bueno. Un besote