Después de 3 meses de descanso, el reto Tía Alia vuelve a la carga y lo hace con dos recetas que han gustado mucho. Al menos así ha sido en casa 🙂
Ambas preparaciones son grandes clásicos de la gastronomía: el fricandó, plato tradicional de Cataluña cuyos orígenes se cree que se remontan a la época medieval (ahí es nada!), y el plun o, mejor dicho, el plum cake, bizcocho de origen británico que se hornea en un molde rectangular y que, tradicionalmente, se elabora con frutas confitadas y ciruelas pasas.
A la receta salada, el FRICANDÓ, le tenía muchas ganas.
Aunque, por razones de salud, dieta y tiempo, en mi cocina de diario entran más preparaciones a la plancha que otra cosa, las carnes con salsa me tiran mucho y al fricandó le había echado el ojo hacía ya mucho tiempo. De vez en cuando merece la pena saltarse las costumbres y disfrutar sin preocupaciones de un buen plato, relamerse con su salsa y mojar pan, mucho pan.
Y es que la salsita del fricandó no es para menos. El pan es un acompañante obligatorio para este plato tan sabroso que no necesita más.
Para preparar este plato es importante hacerse con una pieza de ternera libre de nervios y cortada en finos filetes. Yo escogí el rabillo de cadera pero también se puede preparar con tapa, aleta, contraculata o, incluso, morcillo.
Necesitamos (para 6 personas)
- 750 grs de rabillo de cadera en filetes finos
- Harina de trigo
- 1 cebolla, pelada y picada
- 4 tomates, pelados y rallados
- 75 ml de vino blanco
- 75 grs de champiñones laminados
- 250-300 ml de caldo de cocido
- Aceite de oliva suave
Para la majada
- 1 cucharadita de perejil fresco, lavado y picado
- 1 diente de ajo
- Un pellizco de azafrán
- 1 grano de pimienta negra
Preparación
Salamos la carne, la pasamos por harina y la freímos a fuego fuerte, vuelta y vuelta. Reservamos.
En la misma cacerola, pochamos la cebolla a fuego suave durante aproximadamente 15 minutos o hasta que esté transparente. A continuación agregamos los champiñones, removemos y añadimos el tomate. Dejamos cocer a fuego suave durante 15 minutos, a contar desde el momento en que en conjunto alcance el punto de hervor.
Añadimos el vino, subimos el fuego y lo dejamos hervir unos minutos hasta que se evapore.
Por último, incorporamos la carne, dejándola reposar sobre la salsa. y la cubrimos con el caldo. Cocemos durante 1,5 horas a fuego muy suave con la cacerola tapada.
Preparamos una picada en el mortero machacando el ajo, el perejil, el azafrán y la pimienta y se la agregamos a la cacerola. Probamos el punto de sal y lo ajustamos si fuera necesario y dejamos cocer 10 minutos más para que se integren bien los sabores.
Finalmente, y como he recomendado al principio de la entrada, servimos acompañado de montones de pan.
Y pasando a la receta dulce: el PLUN.
¿Qué deciros de ella? Os confesaré que lo que me atrajo y la culpa de que resultase elegida como propuesta dulce del mes de septiembre la tuvo su nombre. No me pude resistir. Fue leer «plun» en el recetario de Alia y sonreír de forma instantánea, al tiempo que os imaginaba a todos reaccionando de la misma manera al verlo. Con esa intención, la de arrancaros la sonrisa. quedó seleccionada 🙂
Mi versión del tradicional bizcocho británico dista mucho del original ya que no lleva ciruelas sino fresas deshidratadas y cítricos confitados. El resultado que se consigue contrastando la suavidad de la mantequilla, el dulzor del azúcar y la acidez de las frutas es impresionante y a todos nos ha cautivado. Tanto que este «plun» ya se ha hecho sitio entre mis recetas favoritas cocina.
Necesitamos
- 175 grs de fresas deshidratadas
- 75 grs de piel de cítricos confitada
- 2 cucharadas de ron (30 ml, aprox.)
- 225 grs de azúcar
- 5 huevos
- 250 grs de mantequilla a temperatura ambiente
- 250 grs de harina
- 1 cucharadita de levadura en polvo
Preparación
Cortamos finamente las fresas y las maceramos en el ron, junto con la piel de cítricos confitada, durante 1 hora.
Con ayuda de unas varillas eléctricas, batimos los huevos con el azúcar hasta conseguir una mezcla homogénea (unos 2-3 minutos). Incorporamos la mantequilla y seguimos batiendo hasta mezclar bien.
Tamizamos la harina con la levadura e incorporamos la mezcla anterior, poco a poco, mezclando manualmente con una cuchara de madera.
Transcurrida la hora de maceración, rebozamos las frutas en un poco de harina (para que no se hundan en la masa y terminen en el fondo) y las incorporamos a la mezcla removiendo con cuidado.
Engrasamos y enharinamos un molde de horno rectangular y lo cubrimos con papel vegetal para facilitar su desmoldado.
Vertemos la mezcla en el molde sin sobrepasar los 3/4 de su capacidad. Introducimos el molde en es horno pre-calentado a 175 ºC (arriba y abajo, horno tradicional) y dejamos cocer durante unos 50 minutos o hasta que al pinchar con una aguja esta salga limpia.
Una vez transcurrido este tiempo, retiramos el cake del horno y lo dejamos reposar sobre una rejilla metálica durante 20 minutos antes de desmoldar y dejar enfriar.
Y eso es todo por mi parte. Espero que os hayan gustado mis versiones de las recetas del reto Tía Alia de este mes 🙂
Me voy a visitar a todos los participantes y a disfrutar de las sorpresas que tienen guardadas. Uníos a mi para disfrutar de una jornada Tía Alia 100% !!!
…… Receta salada ……
Coulis de limón
Moniecocina
Rosita y Suny Olivas en la cocina
…… Receta dulce ……
Cosicas dulces y alguna salada
Les galetes de l’Aina
Milicocinillas
Antes de despedirme por hoy, os comento que el logo que encabeza esta entrada será la nueva imagen del reto Tía Alia que podéis llevaros a vuestros blogs para actualizar el anterior si así lo preferís. En caso de necesitar un tamaño más pequeño que se ajuste a las dimensiones del lateral o del espacio en el que queráis colocarlo, no dudéis en pedírmelo y os lo haré llegar con gusto.
Y ahora si, os dejo por hoy, agradeciendo a todos los participantes sus aportaciones y esa ilusión con la que inundan la blogosfera los días de publicación, porque es gracias a ellos y ello que este reto crece cada mes un poquito más 🙂
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