Tzatziki [receta tradicional griega]

Ideado por Conchy de Gastro Andalusí, hoy nace un nuevo reto: el asalta blogs y el pistoletazo de salida lo da con Raúl de Contigo en la playa, víctima del asalto del mes 🙂
Al reto nos hemos unido varios bloggers que, cada mes, tendremos que escoger una receta del blog que resulte el «blog asaltado» y publicarla el último día de ese mes. Si quieres saber más sobre este nuevo reto y/o estás interesado en unirte al grupo original, pincha en el logo del mismo e irás directo a la entrada en la que Conchy nos cuenta todo sobre su funcionamiento.

Como ya veis, la receta que he escogido del blog asaltado del mes de junio, Contigo en la playa, ha sido tzatziki. Una receta tan refrescante como el blog del que sale y la persona que está detrás de el.

Si no la habéis probado antes, os recomiendo fervientemente que lo hagáis sin pérdida de tiempo. El tzatziki es una preparación tradicional de la gastronomía griega perfecta para esta época del año y que apetece mucho comer con los calores.
Considerada como ensalada de pepino y yogur por sus habitantes, yo la encasillaría dentro de la categoría de salsa o dip porque así es como nos gusta tomarlo y como yo lo sirvo en casa: con unos crudités y palitos de pan de pita. Deliciosamente refrescante.
La receta de Raúl lleva menta entre sus ingredientes pero yo no la he usado. He querido ceñirme a la receta básica tradicional griega y, guiada por mi libro «The 500 number one recipes of traditional Greek cooking» de la editorial Aegean, adquirido en uno de mis viajes a tan carismático país, esta es mi propuesta. 
Necesitamos

• 1 diente de ajo (dependiendo del gusto de cada cual), pelados
• 250 grs de yogur griego
• 1 pepino, lavado y finamente picado
• 1 cucharada de aceite de oliva extra virgen
• 1/2 cucharada de vinagre de vino blanco
• Sal y pimienta

Preparación
Machacamos el ajo en un mortero y lo salpimentamos. Añadimos el aceite y el vinagre. Majamos hasta incorporar.
En un recipiente hondo, mezclamos el yogur con el pepino y el majado de ajo.
Ajustamos el punto de sal y pimienta.
Ahora sólo nos queda irnos al campo con la cesta de picnic bien surtida de lo que más os guste picar y disfrutar de un día al fresco al tiempo que nos refrescamos con unas frías cervezas. 

Yo ya he entrado en modo picnic que, gracias al calorcito, no está siendo en el salón de mi casa como pensé hace unas semanas.

¿Te apuntas tu también?