La llegada de la primavera se presenta de la mano de los primeros espárragos que nos deleitan el paladar durante los meses de abril, mayo y junio. Los puestos de verduras de los mercados lucen hermosos manojos a los que acompañan otras hortalizas de temporada como las alcachofas, los guisantes o las habas, entre otras.
Llevaba con ganas de preparar y publicar esta tarta de espárragos desde hace semanas cuando me encontré con un artículo sobre hortalizas de temporada publicado en El Trotamantel, revista digital gastronómica que sigo y recomiendo a todos aquellos que no la conozcan (pincha aquí para visitarla), las ganas se volvieron necesidad y el ansia me invadió.
A pesar de tener varias recetas en el tintero esperando a ver la luz, esta tarta se ha colado y subido directa a la parrilla de salida. Y es que de la temporada de espárragos queda ya bien poco. En menos que canta un gallo nos plantamos en finales de junio celebrando el comienzo del verano y no quiero que eso ocurra sin compartir esta receta con vosotros y daros a oportunidad de prepararla para los vuestros.
Necesitamos (para 4 personas)
- Masa quebrada
- 175 grs de espárragos blancos gruesos
- 3 huevos «L»
- 1 yogur natural
- 1 cebolla pequeña, pelada y picada
- 30 grs queso de cabra, desmenuzado
- Aceite de oliva suave
- Sal y pimienta
Además
- Una fuente para horno de 18-20 centímetros
Preparación
Si optamos por preparar la masa quebrada, comenzaremos por hacerla al principio del todo ya que necesita un tiempo de reposo y enfriado. La receta de la masa quebrada casera que yo he utilizado para esta tarta es la misma que la publicada aquí pero con la mitad de ingredientes y preparada con harina integral.
Estiramos la masa quebrada finamente sobre una superficie enharinada. Cubrimos con ella la fuente para horno, la introducimos en la nevera y dejamos reposar mientras preparamos el relleno.
Pelamos los espárragos y cortamos las yemas en trozos de 6-8 centímetros. Blanqueamos las yemas en una cacerola con agua hirviendo con sal durante 3 minutos. Retiramos con una espumadera y reservamos.
Hervimos el resto de los tallos en agua con sal durante 4 minutos. Los escurrimos, troceamos y trituramos con una batidora de mano junto con los huevos y el yogur. Salpimentamos.
En una sartén con un par de cucharadas de aceite, pochamos la cebolla a fuego suave durante 8-10 minutos. tapamos la sartén para que se cocine más rápidamente y quede más jugosa.
Mientras la cebolla se pocha, encendemos el horno a 180 ºC (arriba y abajo, horno tradicional).
Una vez lista la cebolla, cubrimos la base de la tarta con ella y vertemos por encima la mezcla de los espárragos y los huevos. Repartimos las yemas de los espárragos y el queso de cabra desmenuzado por toda la superficie.
Horneamos durante 35-40 minutos o hasta que la superficie adquiera un tono dorado.
Servimos caliente o fría. De cualquier manera estará para chuparse los dedos 🙂
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