Si hay un dulce que me realmente me gusta son los pastéis de nata portugueses o, más aún, los pastéis de Bélem que aparentemente no son los mismos que los de nata.
Por lo que he leído y oído, la receta de los pastéis de Bélem es secreta y sólo los que se preparan en la Antigua confitería Ria de Bélem son los auténticos. En dos ocasiones he tenido la suerte de disfrutar de ellos sentada en uno de los muchos salones que tiene la confitería y he de decir que me han llevado directamente al cielo. Las cantidades de pastéis que preparan al día es increíble y las hornadas constantes por lo que siempre los sirven recién hechos, lo que contribuye a hacer de ellos un bocado muy especial.
A falta de la receta secreta de los pastéis de Bélem, me animé a preparar los pastéis de nata en casa que, recién horneados, son igualmente divinos. Hay muchas recetas por la red pero yo me decanté por la de Lola cuyas recetas siempre son garantía de éxito.
De estos ricos bocados me asombra la sencillez de sus ingredientes y de su preparación. La complicación es nula y el resultado maravilloso, por ello os animo a todos a que los preparéis ya. Son perfectos para acompañar un café de sobremesa.
Lo único en contra es, como suele ocurrir, que son altamente adictivos y que posiblemente no podrás comer uno sólo de modo. Pero tampoco es el fin del mundo. Si queréis cuidaros por la noche cenáis algo ligerito para compensar y punto. Todo en este mundo tiene solución 🙂
Necesitamos (para 12 unidades)
- 3 yemas de huevo
- 200 ml de nata líquida o preparado vegetal para cocinar
- 1 cucharada rasa de harina
- 1 cucharadita de esencia de limón o la ralladura de 1 limón
- 75 grs de azúcar blanquilla
- 1 lámina de hojaldre
Además
- Azúcar glas
- Canela en polvo
- 1 bandeja para tartaletas
- 1 cortador de pasta
Preparación
Colocamos las yemas de huevo, la nata líquida, la harina, el limón y el azúcar en un cacito y lo removemos con unas varillas hasta obtener una mezcla sin grumos.
Llevamos el cacito al fuego y, a fuego lento, removemos la mezcla hasta que espese. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Mientras tanto pre-calentamos el horno a 200ºC (arriba y abajo, horno tradicional).
Extendemos la masa de hojaldre y cortamos círculos de un diámetro ligeramente superior al de los agujeros de la bandeja para tartaletas y los colocamos dentro, cubriendo tanto la base como los laterales.
Repartimos la crema entre todos los agujeros, sobre el hojaldre, sin llegar al borde (la crema podría salirse de las tartaletas con la cocción del horno y queremos evitar que esto ocurra).
Horneamos durante aproximadamente 10-15 minutos o hasta que veamos que las tartaletas comienzan a dorarse.
Retiramos la bandeja del horno y dejamos templar antes de desmoldar las tartaletas (salen con mucha facilidad).
Espolvoreamos con azúcar glas y canela antes de servir.
Recomiendo tomarlas templadas, son un auténtico pecado.
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