Resulta satisfactorio aprender y ampliar conocimientos, especialmente si es sobre temas que me gustan como la cocina.
Generalmente, cuando me siento frente al ordenador a escribir una nueva entrada, tiendo a darme un paseo por la red buscando documentación sobre el plato que publico o sus ingredientes.
Entonces me doy cuenta de lo ignorante soy, que puede que sepa «algo» de cocina pero que, en materia de historia culinaria, estoy más bien pez.
Hoy no ha sido diferente. He estado indagando sobre la historia y orígenes de la tortilla española o de patatas, uno de los platos más emblemáticos de cocina de nuestra tierra.
Todos la hemos comido alguna vez, a todos nos gusta (posiblemente – es que no conozco a nadie que le haga feos), llevamos su receta grabada en nuestras memorias gastronómicas y de nuestras manos han nacido muchas, pero que muchas, tortillas.
Sin embargo, me atrevería a decir que ahí queda la cosa y que, en materia de historia, poco sabemos del plato estrella de la gastronomía española.
Puede que sea correcto empezar a escribir sobre ello aquí y ahora. No lo se. Lo mismo es lo que esperáis leer. Sin embargo no lo voy a hacer, de lo contrario haría de ésta una entrada excesivamente larga y no quiero aburriros con el tema. Al fin y al cabo este es un blog de recetas que siempre llegan acompañadas de alguna historia o pequeñas anécdotas, pero no es una fuente documental. Para eso está wikipedia ¿no?
Pero como tampoco quiero poneros la miel en los labios y luego cambiar de tercio sin más, os dejo un par de enlaces que me han resultado curiosos por si tenéis tiempo y ganas de «curiosear» un poco sobre lo que se ha escrito de la tortilla española:
http://www.aecyt.com/index.php/content/view/71/9/
http://es.wikipedia.org/wiki/Tortilla_de_patatas
Y llegado a este punto, no me queda más que pasar con la receta porque, a pesar de lo escrito más arriba, seguro que por ahí anda algún que otro tímido que todavía no se ha atrevido con ella.
¡Animo y a por todas!
Necesitamos
- 1/2 kilo de patatas
- 225 grs de cebolla
- 4 huevos «L»
- Sal
- Aceite de oliva suave (unos 200 ml)
Preparación
Pelamos, lavamos y cortamos la patata en trozos (o rodajas) de aproximadamente 1/2 cms de grosor.
Pelamos y cortamos la cebolla en tiras (tipo juliana pero más gruesas). Mezclamos la cebolla con la patata y salamos.
Calentamos el aceite en una sartén de base amplia. Una vez caliente, añadimos la patata y la cebolla. Freímos a fuego medio bajo (en mi cocina yo uso el 4 de 9) durante unos 30 minutos, removiendo de vez en cuando con una espátula.
Una vez transcurrido este tiempo, retiramos la patata y la cebolla de la sartén. Escurrimos bien y dejamos templar unos minutos.
Mientras tanto, batimos los huevos en un recipiente hondo y amplio. Añadimos la mezcla de la patata y la cebolla. Rectificamos el punto de sal.
Dejamos reposar la mezcla 5 minutos, de este modo se integran bien todos los ingredientes y resulta más fácil cuajarla.
A mí me quedó bastante cuajada pero, al ser verano y con los calores que nos acompañan estos días, no quise dejar el huevo crudo por eso de no tontear con la «salmonelosis».
Notas:
Pelamos y cortamos la cebolla en tiras (tipo juliana pero más gruesas). Mezclamos la cebolla con la patata y salamos.
Calentamos el aceite en una sartén de base amplia. Una vez caliente, añadimos la patata y la cebolla. Freímos a fuego medio bajo (en mi cocina yo uso el 4 de 9) durante unos 30 minutos, removiendo de vez en cuando con una espátula.
Una vez transcurrido este tiempo, retiramos la patata y la cebolla de la sartén. Escurrimos bien y dejamos templar unos minutos.
Mientras tanto, batimos los huevos en un recipiente hondo y amplio. Añadimos la mezcla de la patata y la cebolla. Rectificamos el punto de sal.
Dejamos reposar la mezcla 5 minutos, de este modo se integran bien todos los ingredientes y resulta más fácil cuajarla.
Untamos de aceite una sartén (la mía de 24 cms de diámetro) por la base y laterales. La calentamos al fuego y le añadimos la mezcla.
Cuajamos la base durante 3 minutos a fuego medio.
Volteamos la tortilla con ayuda de un plato (colocándolo sobre la sartén a modo de tapa), untamos de aceite de nuevo la sartén antes de deslizar la tortilla sobre ella para cuajar la otra parte. Otros 3 minutos a la misma temperatura.
A mí me quedó bastante cuajada pero, al ser verano y con los calores que nos acompañan estos días, no quise dejar el huevo crudo por eso de no tontear con la «salmonelosis».
Notas:
- Para reducir el consumo de aceite, escurre las patatas y cebolla en un colador colocado sobre un plato hondo. Podrás reutilizar el aceite que escurra y quede recogido en el plato.
- Si quieres que quede más cruda, cuájala sólo 2 minutos por cada lado o añade un huevo más y respeta los tiempos de esta receta.
- Prueba a añadir un par de cucharadas de leche al huevo, esto también la hará más jugosa.
- Si añades 1 cucharadita de levadura (tipo Royal), el volumen de la tortilla aumentará ligeramente.
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