Posiblemente muchos de vosotros sabréis que participo en el concurso ¡Vida la vida sana! Cocinando con remolacha, convocado por HuerCasa, con mi receta de Tarta abizcochada de chocolate y remolacha.
Las votaciones ya están en marcha y hay propuestas interesantes en el concurso. Os animo a que os paséis por la página de Facebook de HuerCasa para verlas todas y que votéis la que más os guste (no olvidéis que la mía es la tarta abizcochada de chocolate y remolacha, jajaja). Pinchad en este enlace para ir a la página de entrada de Facebook, meted vuestro nombre de usuario/contraseña y veréis todas las propuestas presentadas hasta la fecha (la tarta está en la segunda página). Se permite votar más de una receta pero no se puede dar más de un voto a la misma receta.
Si eres de los que me ha dado tu voto o me lo va a dar, desde aquí mi más sincero agradecimiento (muac, muac, muac…). Y si no lo eres pues también, os aseguro que no pasaréis a formar parte de mi lista negra…jajaja…que la vida ya nos lanza sus reveses en cuanto nos descuidamos como para añadir yo uno más por una tontería.
Bueno, después de esta breve campaña de promoción, creo que debería pasar a contaros algo sobre este arroz que nació de la necesidad de consumir la remolacha que compré para hacer la tarta de la que ya os he hablado. Como me pasé un poco (o más bien un mucho) con la cantidad (me sobraron 3 remolachas) no tuve más remedio que buscar alguna receta alternativa en la que usar este ingrediente. Habiendo hecho ya una receta dulce quise variar y utilizar la remolacha en una salada.
A mi güiri-marido y a mí nos encantó. Los niños lo miraron con interés pero no el suficiente como para decidirse a probarlo (y es que ese color cuando tienes 10 y 12 años no resulta muy atractivo). De lo que dieron buena cuenta fue de los crujientes de parmesano, de los que no dejaron muchos para acompañar el risotto.
¿Y tú? ¿Te animarías a probarlo?
Necesitamos
- 500 grs de remolacha cruda
- Aceite de oliva extra virgen
- 1 cucharada de vinagre balsámico
- 1 cebolla pequeña (picada finamente)
- 250 grs de arroz para risotto (arborio o carnaloni)
- 150 ml de vino blanco seco
- 700-750 ml de caldo de pollo
- 75 grs de queso parmesano rallado
- 25 grs de mantequilla (cortada en dados)
Preparación
Hervimos la remolacha en abundante agua durante 30-40 minutos. Escurrimos y esperamos a que se enfríe antes de pelarla, para lo que recomiendo utilizar guantes de látex (a no ser que nos apetezca lucir los dedos y las uñas de color rosa durante unos días).
Dividimos la remolacha en dos.
Con una de las dos mitades hacemos un puré. Trituramos la remolacha con una batidora eléctrica, añadiendo una cucharada de aceite de oliva extra virgen, sal y pimienta.
Cortamos el resto de la remolacha en dados (o gajos) que depositamos en un cuenco, salpimentamos, rociamos con una cucharada de aceite de oliva extra virgen y una cucharada de vinagre balsámico. Mezclamos bien y colocamos sobre una bandeja de horno. Asamos en horno pre-calentado a 160 ºC (función turbo) o 180 ºC (horno convencional arriba y abajo) durante 30 minutos.
Mientras asamos la remolacha vamos preparando el risotto.
Ponemos el caldo en una cacerola y lo mantenemos caliente.
Calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva en una cacerola de base gruesa y pochamos la cebolla durante 7-8 minutos o hasta que esté blanda pero no dorada. Salpimentamos.
Añadimos el arroz y removemos durante un par de minutos. A continuación añadimos el vino y continuamos removiendo hasta que se haya evaporado (unos 2 minutos). Entonces, con un cazo, vamos añadiendo el caldo poco a poco y sin dejar de remover. Esperando a que el arroz absorba el caldo antes de añadir un cazo más. Así hasta que se no tengamos más caldo que añadir.
Retiramos el risotto del fuego y añadimos la mantequilla, el puré de remolacha, el queso parmesano y la remolacha asada. Removemos para mezclar bien todos los ingredientes.
Servimos el risotto con unos crujientes de parmesano.
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