Esta receta la ví en el número de octubre de la revista Cocina fácil. Aparecía como parte de un artículo promocional sobre carne de vacuno.
Ahí me estaba esperando esta maravilla, en una esquinita de la página, pasando completamente desapercibida, sin pena ni gloria. Me fijé en ella porque yo me leo las revistas de cocina de principio a fín pero, cualquier persona que simplemente las ojee se habría limitado a pasar de hoja y punto.
Me llamó mucho la atención la presentación, que me resulta muy original, la combinación de ingredientes y la sencillez de su preparación.
No es la primera vez que cocino lechuga, de hecho hago una lechuga a la crema que está bien rica, pero tenía mucha curiosidad por preparar esta receta (que está algo tuneada) y, sobre todo, por compartirla con vosotros.
A mí me pareció un entrante estupendo. Medio cogollo por comensal es perfecto para ir abriendo camino a otro plato más fuerte.
¡Espero que os guste!
Necesitamos (para cuatro personas)
- 2 cogollos de Tudela
- 2 huevos «M»
- 2 cucharadas de pan rallado
- 180 grs de ternera picada
- Sal y pimienta
- Harina
- Aceite de oliva suave
Preparación
Llenamos una cacerola de agua y la llevamos a ebullición. Hervimos en este agua los cogollos de Tudela durante un minuto, los sacamos del agua y los colocamos en un recipiente con hielos para cortar la cocción.
Cuando los cogollos estén fríos, los retiramos del hielo y los partimos por la mitad. Retiramos las hojas del interior para formar un hueco. Dejamos secar sobre papel de cocina asegurándonos de retirar el exceso de humedad. Si las hojas exteriores se nos desparraman, las sujetamos con un palillo y le damos forma de cestillo. Salpimentamos la parte interior.
Batimos los huevos, añadimos la carne picada, el pan rallado y salpimentamos al gusto. Rellenamos con esta mezcla los cogollos.
Cubrimos la base de un plato con harina y pasamos por ella lso cogollos rellenos, pero sólo el lado de la carne. Sujetamos el cogollo en una mano y retiramos el exceso de harina sacudiendo ligeramente su superficie con la otra.
Este paso me resultó complicado porque el cogollo queda blando, es delicado de manejar y se puede salir el relleno. Me ayudé de la hoja de un cuchillo ancho para levantar el cogollo del plato en que los enhariné.
En una sartén, calentamos el aceite. Freímos, a fuego medio, los cogollos rellenos con la parte de la carne en contacto con la base.
Retiramos los palillos y servimos inmediatamente.
Notas
- La cantidad de tiempo que los tengamos en la sartén dependerá del punto que queramos darle a la carne. Yo lo tuve muy poco tiempo porque me gusta muy poco hecha – como se aprecia en una de las fotos).
- Sólo se fríen por la parte de la carne.
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