Como os comenté hace unos días, esta semana mi blog se ha vuelto dulce. Me he resistido un poco publicando la receta del salmón en hojaldre para no empacharos mucho, pero hoy vuelvo al ataque con más azúcar.
Esta es otra de las tartas que me encargaron el fin de semana pasado. La homenajeada es María, la abuela de una amiga que cumplió 90 años. María ha sido siempre muy aficionada a la cocina y, según me cuenta su nieta, siempre ha soñado con tener un restaurante. Nosotros no hemos podido hacer su sueño realidad pero con esta tarta al menos lo hemos intentado ¿no?.
La base de la tarta es la de las galletas de toda la vida y mermelada de fresa. Para los que no la conocéis, la base se monta alternando capas de galletas, humedecidas previamente en leche y Amaretto, y de mermelada de fresa (también se puede utilizar chocolate fundido, nocilla, natillas, etc).
Esta es otra de las tartas que me encargaron el fin de semana pasado. La homenajeada es María, la abuela de una amiga que cumplió 90 años. María ha sido siempre muy aficionada a la cocina y, según me cuenta su nieta, siempre ha soñado con tener un restaurante. Nosotros no hemos podido hacer su sueño realidad pero con esta tarta al menos lo hemos intentado ¿no?.
La base de la tarta es la de las galletas de toda la vida y mermelada de fresa. Para los que no la conocéis, la base se monta alternando capas de galletas, humedecidas previamente en leche y Amaretto, y de mermelada de fresa (también se puede utilizar chocolate fundido, nocilla, natillas, etc).
Terminamos con una capa de galleta.
En el microondas fundí una tableta de chocolate blanco y le añadí 100 grs de queso crema, cucharadita a cucharadita, sin dejar de remover para que se mezclara bien con el chocolate. Con esta crema unté la superficie y me lancé con la decoración.
Utilicé ladrillos de dulce (los podéis encontrar en casi todas las tiendas de chuches incluso en las grandes superficies), tabletas de chocolate mini de Lidl, gominolas varias para las plantas y el toldo, dedos de chocolate blanco para el marco de la puerta y ventana, barquillos para rodear la tarta y lápiz para escribir con azúcar color rojo para el nombre del restaurante y el número.
Me cuenta mi amiga que la tarta fue todo un éxito. Que celebraron el cumpleaños comiendo toda la familia en un restaurante y que no sólo gustó a los familiares de María, sino al personal del establecimiento también. Es un gusto cuando esto ocurre y me hace más feliz que una perdiz.
Bueno, espero que a vosotros también os guste 🙂
Me cuenta mi amiga que la tarta fue todo un éxito. Que celebraron el cumpleaños comiendo toda la familia en un restaurante y que no sólo gustó a los familiares de María, sino al personal del establecimiento también. Es un gusto cuando esto ocurre y me hace más feliz que una perdiz.
Bueno, espero que a vosotros también os guste 🙂
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