Hay productos que, si los compro ya elaborados, me resultan ricos y me ahorran tiempo (cosa que muchas veces agradezco), aunque salgan más caros que si los preparo yo en casa. La salsa de tomate es uno de estos productos, sin embargo no he encontrado todavía una marca que verdaderamente me guste. Así que, esto unido al hecho de que me gusta preparar todo lo que pueda en casa (siempre que tenga tiempo) me lleva a escribir este post.
Esta salsa es tan fácil que ni me cuesta esfuerzo ni me consume tiempo. Lo más complicado (si es que se le puede llamar así) puede ser tener que estar pendiente de que no se pegue a la base de la cacerola y se nos reduzca demasiado la salsa. Si esto nos pasa, pues con añadirle un poco de agua y dejar hervir la mezcla unos minutos más lo tenemos solucionado. Aunque, si contamos con un buen temporizador, no tenemos ni que preocuparnos de este asunto.
Yo suelo preparar gran cantidad que reparto en botes de cristal y luego congelo. En casa consumimos mucho esta salsa así que me viene estupendamente tenerla a mano.
Necesitamos
- 1 cucharadas de aceite de oliva suave
- 1 cebolla grande
- 1 lata grande de tomate entero pelado de 780 grs
- 1 lata pequeña de tomate entero pelado de 410 grs
- 1 cucharada de sal
- 1 1/2 cucharadas de azúcar (para quitar la acidez)
- 1 cucharadita de hierbas provenzales
Preparación
Pelamos y picamos la cebolla, no importa si lo hacemos en trozos grandes porque luego vamos a pasar la salsa por la batidora.
En una cacerola de base ancha, calentamos el aceite y sofreímos la cebolla a fuego medio durante 10 minutos o hasta que empiece a dorarse. Añadimos los tomates troceados, aquí tampoco importa si los trozos son grandes por la misma razón que antes, la sal, el azúcar y las hierbas.
Cuando los tomates empiecen a hervir, bajamos el fuego, tapamos la cacerola y así evitamos salpicaduras que luego se secan y son un rollo de limpiar. Dejamos que se cocine a fuego medio-bajo durante 45-50 minutos pero la podemos dejar más tiempo si queremos una salsa muy espesa. Removemos con una cuchara de madera de vez en cuando para evitar que se pegue a la base de la cacerola.
Cortamos el calor , destapamos la cacerola y dejamos que se termine de cocinar con el calor residual (en caso de cocinar vitrocerámica o inducción).
Si no nos gusta encontrarnos con los trozos de cebolla y tomate, pasamos la salsa por la batidora y listo.
🙂
mangeles mangeles dice
Me encanta visitarte a menudo, qué recetas!!! Rica tu salsa de tomate!!!!
Yo suelo elaborarla con tomate de pera natural, cebolleta y en lugar de azúcar le pongo una zanahoria.
mangeles mangeles dice
Me encanta visitarte a menudo, qué recetas!!! Rica tu salsa de tomate!!!!
Yo suelo elaborarla con tomate de pera natural, cebolleta y en lugar de azúcar le pongo una zanahoria.