Cuando queráis hacer un plato rico, con mucho sabor y mínimo esfuerzo, probad con este. Es perfecto para una cena. Agradece una ensalada de hojas verdes como acompañamiento, por eso de añadir un toque más ligero y fresco al plato que, de por sí, resulta contundente.
Necesitamos (para 4 personas)
- 1 cucharada de harina
- 1 cucharadita de hierbas provenzales
- 1/2 cucharadita de sal
- Pimienta negra molida
- 200 ml de caldo de pollo
- 80 ml de nata líquida para montar
- 1 cucharadita de mostaza de Dijon
- 4 patatas grandes (si son viejas mejor porque adquieren un sabor dulce)
- 125 grs de queso gruyere rallado
- 175 grs de lacón
- Mantequilla
- Pan rallado
Preparación
Pelamos y cortamos las patatas en ruedas de 1/2 cm aprximadamente. Cocemos las patatas a fuego medio durante 7-8 minutos. Una vez cocidas, pasamos las patatas a un bol con agua fría para cortar la cocción.
Mezclamos la harina, las hierbas provenzales, la sal y un poco de pimienta negra.
En una cacerola, calentamos el caldo y la nata a fuego lento. Incorporamos la mostaza, removemos bien y retiramos del fuego.
Engrasamos una fuente de horno con mantequilla y montamos el plato extendiendo capas de la sguiente manera: 1/3 de las patatas, la mitad de la mezcla de la harina, 1/3 del queso y 1/2 del lacón. Repetimos con otro 1/3 de patatas, la segunda mitad de la harina, otro 1/3 del queso y el resto del lacón. Finalizamos con los últimos tercios de patata y de queso.
Añadimos la mezcla de la nata y el caldo a la fuente y espolvoreamos con pan rallado.
Precalentamos el horno a 190 ºC (arriba, abajo y turbo) y horneamos durante 40 minutos o hasta que se haya dorado la superficie.
Dejamos reposar unos 15 minutos antes de hincarle el diente (si no queremos quedarnos sin lengua) y…al ataque.
Enjoy!
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