Anoche preparé esta crema y no le dije a nadie cuales eran los ingredientes.
Después de varias intentonas, que si calabacin, que si espinacas, etc mi guiri-marido dió con la tecla y acertó. Las caras de mis hijos y las exclamaciones de sorpresa fueron dignas de grabar. «¡Lechuga! – pero si la lechuga no se cocina» , me dijeron al unísono. Sorprendidos por más de una razón, pero principalmente porque a ninguno de ellos les gusta la lechuga en ensalada (y siempre hay protestas), la disfrutaron sin más que añadir. Y yo me quedé más feliz que una perdiz.
Esta crema se puede tomar caliente, templada o fría. A mí, personalmente, me gusta a temperatura ambiente. Tiene un ligero sabor a limón que la hace refrescante y ligera.
Ideal para aprovechar esa lechuga que se queda mustia en la nevera o esas hojas que deshechamos cuando preparamos una ensalada.
Con esta receta me presento al concurso Chef Pimienta Rosa de junio: La receta del verano.
Necesitamos
- 2 cucharadas de aceite
- 2 cebollas pequeñas
- 350 grs de lechuga
- 2 patatas pequeñas
- 600 m de caldo de pollo
- 175 ml de leche
- El zumo de 1 limón
Para aderezar
- Yogur natural o nata líquida
- Menta fresca
- Croutons
Preparación
Pelamos las patatas y las cortamos en dados. Lavamos la lechuga y la cortamos en tiras. Pelamos las cebollas y las cortamos en juliana.
Calentamos el aceiteen una cacerola y añadimos los ingredientes anteriores. Tapamos la cacerola y lo dejamos «sudar» a fuego lento durante 5 minutos.
Añadimos el caldo de pollo y hervimos lentamente durante 20 minutos (contando desde que alcance el punto de hervor).
Una vez transcurrido este tiempo, trituramos con una batidora hasta conseguir una textura lo más fina posible.
Añadimos la leche, el zumo de limón y lo ponemos nuevamente al fuego para darle un último hervor para que los sabores se integren. Con 1 minuto será suficiente.
Probamos la crema y salpimentamos si fuera necesario. Yo no suelo añadir ni sal ni pimienta ya que el caldo de pollo y el limón aportan el punto de sal y sabor suficientes. Pero ya se sabe, cada uno tiene sus gustos y sobre esto no hay nada escrito.
Al servir la crema, le podemos añadir una cucharada de yogur natural o nata líquida, un poco de menta fresca picada y unos croutons, lo que no sólo le dará un aspecto más apetecible sino que la hará más sabrosa.
Enjoy 🙂
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