Llevo un par de meses decidida a no dejar pasar la oportunidad de estrenarme con las conservas. En casa solemos desayunar pan tostado con mermelada y me atraía muchísimo la idea de dejar de comprarla y prepararla yo solita. Y es que no hay mayor placer gastonómico que comer lo que uno prepara con sus propias manos.
Mi madre hace una mermelada de moras que quita el hipo. Todos los años por estas fechas y mientras mis padres dan sus paseos por el campo, se dedican a coger moras. Este año les pedí que cogieran unas poquitas más para que probara yo también a hacerla.
Y eso hicieron ellos. No sólo cogieron moras para mí, sino que además me las trajeron a casa. Un lujo. Y un amor de padres que cogieron, ni más ni menos, que dos kilos de moras. Con uno de ellos me estreno en el mundo de las mermeladas con esta receta. Muy rica de sabor aunque ligeramente líquida (cosa que se aprecia en las fotos). Creo que mi fallo fue no secar las moras después de lavarlas. Aunque quizás con unos minutos extra de cocción podría haber compensado el exceso de líquido.
En fin, probaré con el otro kilo que tengo en el congelador en espera de destino.
Como dicen los ingleses «practise makes perfect» (la práctica lleva a la perfección). Aunque yo me conformo con mejorar…eso de la perfección lo dejo para otros que supone mucho estrés 🙂
Necesitamos
- 1 kilo de moras
- 400 grs de manzanas
- 1/2 kilo de azúcar
- Zumo de 2 limones
Preparación
Lavamos las moras bajo un chorrito de agua tibia. Escurrimos y secamos (cosa que no hice y deberia de haber hecho) con papel absorbente de cocina.
Pelamos las manzanas y las cortamos en ocho trozos cada una. Retiramos el corazón y las pepitas.
En una cacerola, mezclamos la fruta con el azúcar y el zumo de limón. Cocemos a fuego lento durante 20 minutos mientras removemos suavemente.
Pasado este tiempo, retiramos la cacerola del fuego. Pasamos los trozos de manzana al vaso de la batidora y los trituramos. Los devolvemos a la cacerola y la volvemos a poner al fuego 5 minutos más sin dejar de remover.
Rellenamos los tarros que habrán sido esterilizados previamente, dejando un dedo vacío. Los cerramos herméticamente y los dejamos enfriar, boca abajo, durante 12 horas.
Notas:
- Hay muchas maneras de esterilizar los botes. Yo los hiervo durante 15 minutos, tapas incluídas, y los dejo secar, boca abajo, sobre un trapo limpio.
- Es importante que las tapas no presenten arañazos ni abolladuras. Si este es el caso, o tenemos dudas, lo más prudente es deshecharlas.
- Con estas cantidades llené cinco botes de mermelada.
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