Toda la vida llamando «palitos» a los huesos de San Expedito y tan contenta que he ido por el mundo. De hecho los palitos son la receta con la que inauguré este blog. Mi tía Alia los bordaba y le pedíamos que los hiciera a menudo. Es una de sus recetas más emblemáticas, por no decir la más, así que no pudo ser otra la que diera el pistoletazo de salida a esta aventura con la que ya llevo enganchada casi siete años.
Los huesos de San Expedito son un dulce tradicional de la gastronomía española y pertenecen a la familia de las masas o postres fritos. Se elaboran con ingredientes muy humildes y es una receta muy fácil de preparar. Yo uso licor de anís en su elaboración y prescindo de las semillas de malahúga porque no me gusta encontrarlas en la masa, pero podéis añadirle un puñadito y potenciar aún más el sabor a dulce de antaño que estas les otorgan.
Cualquier momento es bueno para meterse uno o varios huesos de San Expedito entre pecho y espalda. Al menos así opino yo, pero es que a mi me vuelven loca y no soy nada imparcial aunque no conozco a nadie que no le gusten. Si tuviera que elegir la ocasión perfecta os diría que son el complemento perfecto del café de sobremesa, que siempre pide un pequeño bocado dulce con el que acompañarlo.
- 1 huevo "M"
- 45 g de azúcar
- 45 g de aceite de oliva suave
- 60 g de licor de anís
- 5 g de impulsor o levadura química
- 240 g de harina de trigo
- Aceite de girasol en abundancia para freír
- Azúcar glas para espolvorear
- En un recipiente profundo mezclamos todos los ingredientes líquidos, es decir, el huevo, el aceite de oliva suave y el anís. Batimos hasta homogeneizar.
- Añadimos el azúcar, el impulsor químico y mezclamos antes de incorporar la harina poco a poco al tiempo que removemos.
- Amasamos con las manos sobre una superficie limpia durante unos cinco minutos o hasta que obtengamos una masa blanda que no se nos pegue a los dedos. La dejamos reposar 15 minutos antes de continuar.
- Mientras tanto llenamos una sartén de abundante aceite de girasol y calentamos a temperatura media.
- Tomamos pellizcos de la masa y les damos forma de dedo, haciéndolos rodar sobre la encimera.
- Freímos en pequeñas tandas a media temperatura, volteando para que se doren por todos sus lados.
- Retiramos con una espumadera y dejamos escurrir sobre una fuente con papel absorbente o una rejilla.
- Una vez tibios los espolvoreamos con azúcar glas y los servimos.
Francisca gual horrach dice
no sabía que se decía esto San expedito.
Carmen dice
Hola Francisca, estos dulces tienen muchos nombres. También los he visto llamar huesillos extremeños y, en mi familia, siempre los hemos llamado «palitos». Son un clásico de la repostería española. Si no los has hecho nunca, te los recomiento 100%
Saludos!
Marta dice
En mi casa se hacen también de toda la vida. mi madre como no le gusta el anís lo hace con licor de naranja. Y yo la verdad utilizo el que tenga en casa en ese momento, incluso he utilizado Pacharán, aunque recomiendo el licor de guinja portugués.
Carmen dice
Qué bien suena lo de cambiar el anís por guinja o naranja, Marta. La verdad es que admite muchas variaciones y todas ellas ricas. Aunque yo me sigo quedando con la receta de mi tía Alia, es que el anís me pierde.
🙂
Maribel dice
Nosotras los llamamos tururillos y mi madre también echaba anís
Carmen dice
El nombre es lo de menos, lo importante es que están exquisitos.