Whole Kitchen, en su Propuesta Salada para el mes de marzo, nos invita a preparar un clásico de la gastronomía francesa: Quiche Lorraine.
Esta es mi primera contribución y tengo que decir que, cuando ví cuál era la receta de este mes, me entró un alivio inmenso ya que acababa de registrarme en el círculo y andaba un tanto inquieta. Me imponía eso de «no estar a la altura», «hacer el ridículo» y otras inseguridades. El caso es que esta es una receta con la que me siento cómoda y que he preparado en muchas ocasiones (de ahí mi alivio). Me hubiera encantado innovar pero me he mantenido fiel a mi receta original por falta de tiempo aunque, cuando un plato está rico… ¿para qué cambiarlo?
Las cantidades que aparecen a continuación están ajustadas a una fuente de quiche de 26 cms de diámetro.
Necesitamos
- 225 grs de harina de trigo
- 1 pizca de sal
- 100 grs de mantequilla a temperatura ambiente
- 50 ml de agua muy fría
- 1 cucharada de mostaza dijon
- 200 grs de queso cheddar curado
- 200 grs de bacon en tiras
- 5 huevos grandes a temperatura ambiente
- 325 ml de leche semi-desnatada
- Una pizca de aceite
Preparación de la masa
En un recipiente hondo mezclamos la harina, a la que habremos añadido una pizca de sal, con la mantequilla cortada en taquitos. Trabajamos con los dedos hasta conseguir que se mezclen los ingredientes. Añadimos la mostaza y seguimos trabajando la masa hasta que se haya incorporado del todo. Por último, vamos incorporando el agua poco a poco hasta conseguir una masa flexible y maleable que se extienda con facilidad con el rodillo (que no se nos peque a las manos y que no se cuartee).
Sobre una superficie espolvoreada con harina (para que no se nos pegue la masa), extendemos la masa con un rodillo.
Si la masa se resquebraja, por falta de agua, necesitaremos añadir agua hasta alcanzar la consistencia deseada. Para no pasarme, mi truco es mojarme las manos y trabajar la masa hasta que se haya absorvido el agua. Esto lo hago tantas veces como sea necesario para conseguir la consistencia deseada.
Espolvoreamos la fuente de quiche con un poco de harina y la cubrimos con la masa asegurándonos que no queden burbujas de aire por debajo (de ser así, las podemos explotar con ayuda de un palillo).
Eliminamos la masa sobrante repasando el borde con un cuchillo.
Preparación del relleno
En una sartén con una pizca de aceite (suficiente como para cubrir la base de la sartén), freímos el bacon a fuego medio durante 5 minutos. Tapamos la sartén para que el jugo que suelta el bacon no se evapore.
Rallamos el queso cheddar y lo introducimos en un recipiente hondo en que, previamente, habremos batido los huevos junto con la leche. Una vez tibio, añadimos el bacon a esta mezcla y la vertemos sobre la masa en la fuente de quiche.
Introducimos la quiche en el horno pre-calentado a 180º, posición media, durante 30 minutos.
Una vez transcurrido este tiempo, dejamos reposar la quiche 5 minutos en el horno apagado y otros 5 minutos a temperatura ambiente.
Ponemos la mesa y…¡a disfrutar!
Deja una respuesta