El recetario de mi tía Alia me resulta, en muuuuchas ocasiones, bastante escueto. A menudo me veo en el brete de tener que interpretar sus recetas de la mejor manera posible. De estas patatas, por ejemplo, nos dice que «se cortan finas (como a la inglesa) y se cubren con leche, un huevo, ajo picadito, sal y un poco de aceite» antes de poner al horno. Tiene una manera de escribir que me fascina, utiliza medidas de peso como onzas, pulgadas o cuartillos y expresiones que casi hoy en día han caído en desuso. A pesar de lo mucho que disfruto leyendo y releyendo sus recetas, a veces me vuelve loca porque no aporta cantidades exactas, ni tiempo de cocción o de horno, ni temperaturas, etc. Este no ha sido el caso aunque estoy segura que se puede mejorar. Creo que la próxima vez que las haga quitaré el huevo y añadiré una cucharadita de harina de maíz para dar más cuerpo. Y tú, ¿qué cambios harías?
Necesitamos (para 6 personas)
- 750 grs de patatas
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 300 ml de leche
- 50 ml de nata líquida
- 100 grs de queso crema
- 2 ajos
- Sal
- Queso rallado
Preparación
Precalentamos el horno a 150 ºC (arriba y abajo).
Pelamos y cortamos las patatas en ruedas muy finas.
Engrasamos una fuente de horno con el aceite de oliva y distribuimos las patatas por toda su superficie.
Con una batidora eléctrica mezclamos la leche, la nata líquida, el ajo y el queso crema, de modo que el ajo quede triturado y se incorporen bien todos los ingredientes.
Cubrimos las patatas con esta mezcla, espolvoreamos con queso rallado y las horneamos durante 1 hora y cuarto o hasta que veamos que la superficie está dorada.
Las dejamos reposar unos 10 minutos antes de servir.
¡Hacen un riquísimo acompañamiento!
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