¡Cuánto tiempo llevo queriendo lanzarme a preparar comida india y sin atreverme!
Si digo que, al menos, ocho años no me quedo corta.
Mi historia con la cocina india viene de atrás, de los años en que viví en Inglaterra entre 1994 y 2002. Durante ese tiempo, mi guiri-marido y yo solíamos salir a cenar «curry» (como dicen por esas tierra) o lo pedíamos por teléfono y nos lo traían a casa. Por allí, esto es lo más normal del mundo (lo compararía con el «tapeo» español) y es tan barato y hay tantos restaurantes indios que nunca se me pasó por la cabeza cocinar ninguno de sus platos.
Sin embargo, cuando nos trasladamos a vivir a España la cosa cambió, y mucho. Nuestra oferta de cocina india es limitada y los sabores de sus platos están adaptados a nuestro paladar. Hay buenos restaurantes indios pero los precios tiran a elevados.
Después de un tiempo, en una de nuestras visitas a mi familia política en Inglaterra, decidí comprarme el libro «Brit Spice» de Manju Malhi y surtirme de todo tipo de especias que pudiera necesitar a la hora de lanzarme a cocinar esos platos tan sabrosos que nos propone Manju. Mi marido estaba encantado de sólo pensar que en breve iba a poder disfrutar de sus Korma, Balti, Tikka, etc. pero creo que, después de un tiempecito, se dió cuenta que la cosa no iba a ser como esperaba y que mejor que pusiera sus miras en las tortillas de patatas y los cocidos, porque lo que se dice cocina india no iba a caer en su plato.
Así que…en eso quedó la cosa, en una mera compra. El libro terminó en una estantería y las especias, en una limpieza de cocina, en la basura por caducadas.
El reto de Whole Kitchen que, en su propuesta para el mes de mayo, nos invita a probar un clasico de la cocina asiatica, Tikka Masala, ha supuesto el empujón que necesitaba para asomar la cabeza a la cocina india. Y, nada más y nada menos, que con un plato rey de entre todos los platos de cocina india en Inglaterra y, por supuesto, el favorito de mi guiri-marido. Así que desempolvé el libro, me lancé a la búsqueda de las especias necesarias y…he aquí el resultado.
A mi «no favor» tengo que decir que mi marido tenia tantas ganas de comer Tikka Masala que creo que le hubiera gustado de todas todas, cualquiera que hubiera sido el resultado. Sin embargo, a mi favor tengo digo que a nuestros hijos de 9 y 12 años, quienes no son especialmente aventureros a la hora de probar sabores nuevos, les encantó. De hecho yo había preparado otra comida para ellos pero, después de probar tímidamente el Tikka Masala, se lanzaron a por él y ¡terminamos compartiéndolo entre los cuatro!
Necesitamos (para 4 raciones)
- 2 pechugas de pollo (deshuesadas y sin piel)
- 2 cucharadas de curry en polvo
- 2 cucharadas de yogur griego
- 3 cucharadas de nata líquida
- 1 lata de tomate entero de 240 grs (escurrido)
- 2 dientes de ajo
- 3 cucharadas de aceite de oliva suave
- 1 cebolla mediana (picada)
- 2 guindillas secas (sin semillas y picadas)
- 1/4 cucharadita de cúrcuma molida
- 1/4 cucharadita de pimentón dulce
- 1/4 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de garam masala o especias indias
- Almendras fileteadas
Preparación
Hacemos una mezcla con el curry con el yogur y maceramos en ella las pechugas de pollo, durante 3 horas en la nevera.
Precalentamos el horno a 180 ºC (arriba y abajo) y asamos el pollo durante 10 minutos.
Mientras tanto, trituramos el tomate, al que habremos retirado el jugo, junto con la nata líquida y los dientes de ajo. Reservamos.
En una cacerola amplia, calentamos el aceite y sofreímos la cebolla. Cuando esté dorada, añadimos la guindilla, la cúrcuma, el pimentón, la sal y el garam masala. Removemos durante 1 minuto a fuego lento.
Agregamos el pollo a la cacerola y cocemos durante 5 minutos.
Por último, añadimos la mezcla de tomate y nata líquida, tapamos y dejamos cocer lentamente durante otros 5 minutos.
Pasamos el pollo a una fuente de servir y espolvoreamos con almendras fileteadas.
Servir con cualquier arroz aromático (pilau, basmati, etc) y con pan naan. Si resulta demasiado picante, añadir yogur griego a la salsa o tomar con plátano troceado, uvas o ciruelas pasas.
Nota: La receta original de Manju Malhi lleva jengibre fresco, pero yo no lo añadí. Tampoco le puse comino ni cilantro, ya que la mezcla de especias indias (garam masala) las lleva incorporadas. Lo que hice fue añadir un poco más de esta mezcla para compensar.
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