La bechamel es una salsa que me encanta. En mi familia se prepara mucho y en infinidad de recetas. Esta es una de ellas y viene directa del recetario de mi tía Alia. Ligera, lo que es ligera, no podríamos llamarla pero está tan rica que bien merece la pena cometer un exceso. Si la servimos con una buena ensalada de hojas verdes lo mismo compensamos el efecto calórico que nos aporta…je, je, je,…
Mis hijos no me pusieron nota, pero si unos «mmmmm» y «¡qué buenas!» muy significativos.
Necesitamos
- Bechamel espesa como para croquetas (yo le añadí pollo picado pero la receta original lleva jamón)
- 5 huevos
- Pan rallado
- Aceite en abundancia
Preparación
Partimos de la base de que tenemos una bechamel espesa, preparada de la misma manera que si fuéramos a hacer croquetas.
En una sartén amplia, preparamos 4 tortillas francesas finas y redondas. Nos aseguramos de que el huevo se reparta bien por toda la superficie, como si se tratase de un crep. Cuando se haya cuajado la base, volteamos la tortilla con cuidado que no se nos rompa.
Cortamos la bechamel en tiras de unos 2 o 3 cms de ancho y ajustamos el largo al tamaño de la tortilla. Es importante no pasarnos con el tamaño del relleno para que nos sea más fácil manipular las tortillas al empanarlas.
Rellenamos las tortillas con las tiras de bechamel. La bechamel tiene que quedar bien envuelta, que no asome, para que no se salga el relleno al freírlas.
Preparamos dos platos, uno con un huevo batido y el otro con pan rallado. Pasamos las tortillas rellenas por el huevo, las cubrimos bien, y luego por el pan rallado.
Calentamos abundante aceite en una sartén y freímos las tortillas a fuego medio. Tenemos que conseguir que las tortillas se doren lentamente por fuera mientras que la bechamel se calienta por dentro.
Nota:
- No pasa nada si la bechamel nos queda poco espesa. En ese caso, hacemos las tortillas más pequeñas. Una vez rellenas, no nos será difícil manipular las tortillas y no se nos desparramará la bechamel.
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