Intento controlar el presupuesto de alimentación de casa mediante el aprovechamiento de todos los alimentos que compramos en mi familia. En mi cocina, inevitablemente, se desperdicia comida. No mucho pero ocurre de vez en cuando lo que, al margen de las consecuencias que esto pueda tener en mi economía familiar, no me parece de recibo. Es una cuestión de principios y conciencia. Tanta gente pasando apuros y no voy a ser yo quien tire comida.
Con tal sólo un poco de organización y conocimiento podemos evitar que esto nos ocurra. Y para ello os traigo una manera de aprovechar los plátanos que se os queden demasiado blandos.
El resultado es un muffin nutritivo, jugoso y esponjoso sin resultar pesado. Perfectos para merendar o desayunar. ¿Te animas?
Necesitamos
- 3 plátanos maduros
- 6 cucharadas de aceite de oliva suave
- Una pizca de sal
- 1 huevo
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 1/2 taza de azúcar
- 1 cucharadita de levadura (tipo Royal)
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1 1/2 taza de harina de trigo
- 8 nueces
Además
- 12 cápsulas de papel para muffins
- 1 bandeja de horno para 12 muffins
Preparación
Precalentamos el horno a 180 ºC (arriba y abajo).
Pelamos los plátanos y, con un tenedor, los aplastamos hasta que tengamos un puré y no queden trozos. Le añadimos el aceite, el huevo, la sal y la esencia de vainilla y mezclamos bien.
A esta mezcla le añadimos el azúcar, la levadura, el bicarbonato y la harina tamizada y continuamos removiendo hasta que se integren todos los ingredientes. Yo he hecho todo el proceso a mano, mezclando y removiendo con un tenedor pero también lo podéis hacer con batidora eléctrica.
Por último, cascamos las nueces, las troceamos y las añadimos a la mezcla anterior.
Llenamos las cápsulas para muffins con la mezcla, sin pasarnos de los 2/3 de capacidad para que la masa, al subir en el horno, no se desborde y se salga.
Colocamos las cápsulas en la bandeja de horno para muffins y los horneamos durante 20 minutos.
Adquieren un color oscuro (parecido al que le aportaría la harina integral en caso de haberla utilizado) que podría hacernos creer que nos hemos pasado con el tiempo de horneado. No os dejéis engañar por el color si no queréis quedaros cortos de tiempo y que queden crudos por dentro.
Una vez hechos, los dejamos enfriar sobre una rejilla.
¡Feliz lunes!
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