Ya se, ya se…. No es tiempo de torrijas. Pero tenía medía barra de pan de torrijas en el congelador, ganas de dulce y no pude evitar la tentación así que aquí os dejo con mis torrijas. Espero que os gusten.
Necesitamos (para 8 o 9 torrijas)
- 1/2 barra de pan de torrijas (se puede usar pan normal)
- 300 ml de leche
- 200 ml de vino dulce de moscatel
- 3 cucharadas de azúcar
- 1 rama de canela
- La piel de 1 limón
- 175 ml de miel
- 175 ml de agua
- 2 huevos
- Aceite de girasol para freír
Preparación
Calentamos la leche junto con el azúcar, la canela y la piel del limón. Cuando alcance el punto de hervor, la retiramos del fuego y la dejamos enfriar. Una vez fría, la mezclamos con el vino de moscatel.
Cortamos la barra de pan en rebanadas de 1cm y medio de grosor y las colocamos en una fuente de base amplia. Las regamos con la mezcla de leche y vino asegurándonos que quedan bien empapadas por todos lados. Dar la vuelta si fuera necesario con cuidado de no romperlas.
En una cacerola pequeña, preparamos un almíbar con la miel y el azúcar. Cuando comience a hervir la retiramos del fuego. Ponemos la mitad del almíbar en la fuente en que vayamos a servir las torrijas. La otra mitad la reservamos para regarlas una vez fritas.
Ponemos a calentar el aceite en una sartén y lo mantenemos a temperatura media.
Batimos los huevos. Pasamos cada rebanada de pan por ambas caras por el huevo batido.
Freímos las torrijas de dos en dos para que no baje la temperatura el aceite. Dejamos que se doren por un lado antes de darles la vuelta. Cuando las torrijas se hayan dorado por ambas caras, las sacamos y colocamos en la fuente de servir sobre el almíbar. Las regamos con el almíbar restante y…¡listas para disfrutar!
Notas
- Se puede usar pan normal pero deberá ser del día antes (para que no esté demasiado blando y se deshaga cuando lo bañemos en la leche o el huevo) y las rebanadas un poco más gruesas.
- Es importante que la leche esté fría cuando bañemos en ella el pan. De lo contrario se nos podrían deshacer las rebanadas.
- Se pueden consumir a cualquier temperatura. A mí, personalmente, me gustan recientes y templadas.
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