La lubina es un pescado de carne blanca muy fina y apreciada. Hoy en día la podemos encontrar en los mercados procedente de piscifactorías, a unos precios muy razonables y de buena calidad. Si tenemos intención de comprarla, debemos asegurarnos que su carne se vea firme, que el color del vientre sea plata brillante, que las escamas se mantengan adheridas a la piel y que los ojos no estén hundidos. Entonces tendremos ante nosotros una lubina fresca que aconsejo comprar para disfrutar de un plato tan delicioso como el que hoy os traigo. Uno de esos muchos de mi recetario familiar que quiero compartir con vosotros.
Necesitamos (para 4 personas)
- 1 lubina de 1 kilo aproximadamente
- 1 lata pequeña de tomate entero pelado
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1/2 vaso de vino blanco seco
- 1 limón
- 1 guindilla roja seca
- 1 cucharadita de perejil fresco picado
- 6 cucharadas de aceite de oliva
- Sal
- 1/1 vaso de agua
Preparación
La lubina deberá de estar limpia. Cuando la compremos, pediremos al pescadero que nos la prepare para asar al horno.
Pre-calentamos el horno a 200 ºC (arriba y abajo).
Salamos la lubina por dentro y fuera y la dejamos reposar 5 minutos dejando que la sal penetre a través de la piel. Hacemos un par de cortes en uno de los lomos y colocamos en cada uno media rodaja de limón.
El resto del limón lo cortamos en gajos y lo reservamos para el momento en que sirvamos la lubina.
Pelamos la cebolla, la cortamos en juliana y cubrimos con ella una fuente para horno.
Escurrimos los tomates (reservamos el jugo que podremos utilizar para añadir a otras salsas) y los troceamos en láminas de 1 cm de grosor. Cubrimos la cebolla con el tomate y sazonamos.
Colocamos la lubina sobre las verduras y la regamos con 3 cucharadas de aceite y el vino. La introducimos en el horno durante 25 minutos. La lubina tenderá a secarse de modo que, trascurridos 15-20 minutos de horneado, le añadimos 1/2 vaso de agua y la regamos con el jugo que encontraremos en la fuente.
Mientras se hornea la lubina, pelamos y picamos finamente los ajos y cortamos la guindilla en trozos no muy pequeños (para que la podamos retirar fácilmente en caso de así desearlo). En una pequeña sartén, calentamos 3 cucharadas de aceite y sofreímos el ajo, la guindilla y el perejil a fuego fuerte y con rapidez.
Cuando hayan transcurrido los 25 minutos de horneado de la lubina, vertemos el sofrito sobre ella y la horneamos 5 minutos más.
Sacamos la lubina del horno y la servimos rápidamente para que no pierda jugosidad.
La acompañamos con unas patatas a lo pobre o un arroz y…a disfrutarla 🙂
Deja una respuesta