Un plato ligero y sano, muy de temporada, para ayudar a compensar los excesos cometidos a lo largo de la semana. A mí me gusta tomarlo entre semana, cuando como sola, como plato único junto con un panecillo y lo remato con una fruta de postre. No necesito más para matar el gusanillo del hambre.
¿Y tú? ¿Cómo lo tomarías?
Necesitamos (para 6 personas)
- 300 grs de calabaza
- 300 grs de zanahoria
- 1 cebolla grande
- 350 ml de caldo de verduras
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Croutons
- Queso gorgonzola
Preparación
Cortamos la cebolla en trozos pequeños y la rehogamos en una cacerola amplia en el aceite caliente, a fuego lento y tapada. Cuando la cebolla se haya reblandecido, añadimos las zanahorias y la calabaza, ambas lavadas y cortadas en trozos pequeños. Rehogamos junto con la cebolla durante 5 minutos.
Añadimos el caldo de verduras y subimos el fuego para que alcance el punto de hervor rápido. Una vez alcanzado este punto, bajamos el fuego y dejamos cocer lentamente durante 10-15 minutos o hasta que las verduras estén tiernas.
Retiramos del fuego y trituramos con la batidora eléctrica. Comprobamos el punto de sal por si necesita que le añadamos algo (yo no le añadí nada ya que el caldo aporta bastante sal).
Servimos con unos croutons y queso gorgonzola (o cualquier otro queso azul que tengamos a mano).
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