Whole Kitchen, en su propuesta salada para el mes de octubre, nos invita a preparar un clásico de la cocina húngara: Goulash.
Este es un plato que no había probado hasta ahora ni, lógicamente, cocinado. No lo había siquiera visto en ninguno de los libros y revistas de cocina que tengo, ni en los blogs que sigo. No sabía no cómo era el plato de modo que ha supuesto un reto en toda la regla.
Mi propuesta es básica y sencilla. No he querido meterme a innovar sin conocer la receta tradicional y, el caso es que, ahora que la conozco no se si querría cambiarla porque nos ha parecido a todos un plato exquisito, especialmente a mi hijo que tripitió.
¡Madre mía, hubo un momento en que pensé que se iba a poner enfermo!
Pocas veces le he visto comer con tanto disfrute como esta. Es por ello que me gustaría dar las gracias a las chicas de Whole Kitchen por brindarme la oportunidad de descubrir este delicioso plato.
¡Ya ha quedado incorporado a mi recetario!
Necesitamos (para 6 personas)
- 700 grs de añojo de ternera en trozos
- 700 grs de cebolla
- 40 grs de mantequilla
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1 cucharadita de pimentón picante
- 2 vasos de agua (aprox. 400 ml)
- 275 grs de patata
- 200 ml de nata líquida espesa
- Sal
Preparación
Comenzamos preparando las patatas con las que serviremos el goulash. Para ello, las pelamos y cortamos en trozos grandes. Las reservamos en un cuenco con agua para que no ennegrezcan.
Pelamos la cebolla y la cortamos fina. En una cacerola de base amplia, calentamos la mantequilla y pochamos la cebolla durante 15 minutos (sin que se llegue a dorar).
Añadimos la carne y sofreímos durante otros 15 minutos. Una vez sofrita, espolvoreamos con pimentón y removemos hasta mezclar bien. Salamos al gusto.
A continuación, añadimos el agua y aumentamos el fuego para que alcance el hervor rápidamente. Una vez alcanzado este punto, bajamos el fuego (en mi vitro lo tuve a temperatura 3 – de 9), tapamos la cacerola y dejamos cocer durante 1 hora y media.
Transcurrido este tiempo, colocamos las patatas sobre la carne. Tapamos la cacerola y dejamos que continúe cociendo a fuego lento otra media hora más.
Comprobamos el punto de las patatas. Si, para entonces no estuvieran hechas, las dejamos el tiempo necesario para que se cuezan por dentro y no queden crudas.
Retiramos las patatas, las salamos y colocamos en una fuente de servir.
Agregamos la nata líquida a la carne y removemos hasta su total incorporación.
Pasamos la carne a una fuente de servir y…a disfrutar.
Notas:
- Vigilamos de vez en cuando para asegurarnos que la carne no se nos pega a la base de la cacerola. Si se consume toda el agua, añadimos un poco más pero sin pasarnos.
- La nata no debe de llegar a hervir por lo que conviene retirar la cacerola del fuego antes de incorporarla.
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