Los que me seguís regularmente sabréis que me gusta levantarme temprano los sábados por la mañana y hornear un bizcocho que disfrutar en el desayuno en compañía de mi familia. El placer que me proporciona este sencillo gesto es inmenso.
Estar con los míos cuando amanecen por la mañana los días de fin de semana es uno de mis vicios (¡confesables!). Me encanta ver esas caras medio dormidas asomar por la puerta de la cocina y poder achuchar esos cuerpos todavía faltos de fuerza por las horas de sueño. El primer abrazo del día tiene magia. Es especial.
Supongo que así lo siento porque, durante la semana, soy la primera en levantarse de la cama. Madrugo más que mi guiri-marido e hijos y, rara vez, los veo levantados antes de irme.
Realmente estos bizcochos sólo los desayunamos mis hijos y yo. P no es especialmente goloso y su cuerpo, a esas horas del día, le pide cereales, leche y poco más. Sin embargo el resto saboreamos cada pedacito de bizcocho con sumo placer.
Nos gusta probar recetas nuevas de modo que, cada sábado, intento preparar un bizcocho nuevo. Tengo una larga lista de recetas que he ido recopilando de blogs, libros, revistas, etc y que están esperando a ser «horneadas». Poco a poco irán cayendo.
Este fin de semana le ha tocado el turno al bizcocho de quesitos. La receta la saqué del blog de Amparo, Dulcísimos placeres. Amparo lo preparó con Thermomix, aparatito que yo no tengo (snif) de modo que mi método de elaboración es el tradicional.
No se si esto marca alguna diferencia en cuando a sabor, textura, etc. Lo que sí puedo decir es que estaba ESPECTACULAR. Uno de los bizcochos más ricos que he probado…¡y ya llevo unos cuantos!
Necesitamos (para un molde de 18 cms de diámetro)
- 2 huevos
- 1 yogur natural azucarado
- 55 grs de aceite de oliva suave (si, gramos, así que…a pesar se ha dicho)
- 90 grs de azúcar
- 2 quesitos
- 110 grs de harina de trigo
- 1/2 sobre de polvo para hornear (tipo Royal)
- Azúcar glas para decorar
Preparación
Pre-calentamos el horno a 180 ºC (función turbo).
Separamos las yemas de las claras.
Montamos las claras a punto de nieve y las reservamos.
En el vaso de la batidora ponemos el azúcar junto con las yemas y batimos hasta que blanqueen.
Con ayuda de la batidora eléctrica mezclamos el yogur con el aceite y los quesitos. Cuando hayamos conseguido una mezcla homogénea con todos los ingredientes, añadimos la harina y la levadura. Mezclamos de nuevo.
Añadimos las claras a punto de nieve y removemos suavemente hasta que queden completamente integradas. Utilizaremos movimientos de abajo hacia arriba para que no pierdan volumen al mezclarlas.
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