Hoy es el cumpleaños de Marina, nuestra BlauKitchen más querida. Gran amiga, entrañable comentarista y fabulosa cocinera.
No he querido dejar pasar la ocasión para prepararle algo dulce con lo que desearle un feliz cumpleaños y un día lleno de cariño y afecto. Y como Marina se está convirtiendo en la reina de las galletas (además de la de los cupcakes) pues me he lanzado a hornear unas Petit Beurre con mensaje.
De modo que, en contra de lo que dictan las costumbre, mi felicitación no llega en forma de tata. Pero, querida Marina, espero que te gusten estas galletas y que te endulcen el día.
¡Feliz cumpleaños!
Necesitamos
- 100 grs de azúcar
- 100 grs de mantequilla
- 60 ml de agua
- 1 cucharadita de sal
- 250 grs de harina
- 1 cucharadita rasa de levadura
Preparación
En una pequeña cacerola, calentamos a fuego lento el agua con el azúcar y la matequilla. Cuando el azúcar se haya disuelto y la mantequilla se haya fundido, retiramos la cacerola de la fuente del calor y dejamos templar 20 minutos. Removemos de vez en cuando.
En un cuenco grande tamizamos la harina junto con la levadura y añadimos la mezcla de la mantequilla y la sal. Removemos suavemente hasta obtener una masa homogénea y sin grumos. La envolvemos en papel film y la dejamos enfriar en la nevera durante, al menos, tres horas.
Pre-calentamos el horno a 170 ºC.
Transcurrido este tiempo, sacamos la masa de la nevera. La encontraremos dura y costará amasarla un poco pero, con una pizca de paciencia, conseguiremos hacerla manejable al tiempo que se reblandece.
Estiramos la masa, con ayuda de un rodillo, sobre una superficie ligeramente enharinada y cortamos las galletas.
Las pasamos a una bandeja de horno forrada con papel vegetal y horneamos durante 10 minutos. Si nos quedan demasiado blancas las dejamos un par de minutos más aunque también podemos sacar la bandeja del horno y dejar que se enfríen sobre ella. Con el calor del metal se seguirán cociendo. Cuando hayan alcanzado el punto deseado, las pasamos a una rejilla y las dejamos enfriar del todo.
Listas para degustar con un buen café, té o, simplemente, un vaso de leche bien fresquita.
Fuente: La cocina de Babel…gracias Juana ¡sin tu receta no habría sido lo mismo!
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