Voy a aprovechar mis primeros días de regreso a la rutina para dar salida a la lista de recetas que tengo pendientes. Quiero aprovechar para hacer limpieza de borradores y empezar de cero pero tengo que avisar que la mayoría de ellas son dulces así que, durante unas semanas, este blog se volverá un poco empalagoso…sorry.
Cuando acabe con ello prometo cambiar de tercio y pasarme al salado para compensar. Tengo muchas recetas nuevas y más ganas todavía de ponerme con ellas.
Durante el mes de mayo tuve varios encargos de tartas, cake pops y galletas decoradas para comuniones, bautizos y otras celebraciones.
De todo lo que hice, lo que más me gustó fueron estos cake pops.
Me los encargó una de mis «más mejores amigas» (como decía mi hija de pequeña) para celebrar el cierre de temporada del equipo de beisbol para el que juegan sus hijas.
El entrenador del equipo organizaba una barbacoa con todos sus miembros y sólo pedía que los invitados colaboraran con los postres. Mi amiga quería sorprender aportando un dulce original y diferente, personalizado para la ocasión, y dejó el asunto en mis manos…¡y esto es lo que se encontró!
La receta de los cake pops la tenéis aquí, para los que tengáis interés en saber cómo se hacen.
La cobertura blanca la decoré con las costuras de las pelotas de béisbol. Para ello utilicé un rotulador de tinta comestible que me dio mucha guerra porque me lo vendieron medio seco (¡qué rabia dan esas cosas! ¿verdad?). Tardé bastante pero, al final y armada de paciencia, conseguí acabarlos todos aunque el resultado no es el que hubiera querido.
Para personalizar más los cake pops imprimí el logo del equipo de béisbol, los T-Rangers, y los pinché en los palitos después de practicar unos pequeños agujeros.
Por lo que me contaron tanto mi amiga como sus hijas, los cake pops causaron sensación y los invitados se fotografiaron con ellos. Creo que alguna que otra foto ha terminado incluso siendo colgada en FB…jajaja.
Así quedaron una vez empaquetados y listos para «sorprender».
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