Ayer me acosté contenta, orgullosa y feliz como una perdíz.
Me levanté con el propósito de preparar un plato dulce que incluyera, entre sus ingredientes, mermelada de uva, vino blanco y chocolate.
La idea era partir de cero. No seguir ninguna receta. Crear. Inventar.
Generalmente sigo recetas de libros, revistas, etc. que voy variando sobre la marcha (o no). Suelo tener un «guión» al que ceñirme por lo que las probabilidades de éxito están más o menos garantizadas.
Sin embargo esta vez no fue así y, la verdad sea dicha, este auto-reto me imponía un poco.
A pesar de ello, la cosa se dio bien y salí airosa del mismo con estas tartaletas como resultado, causantes de mi «buen rollete» de ayer. A mis hijos y guiri-marido, mis críticos más duros y directos, les gustaron muchísimo y, para mí, eso es lo que más cuenta cuando cocino. Su opinión es clave.
Ahora, y para rematar mi felicidad del todo, sólo me falta que os animéis a prepararlas y, por supuesto, que os gusten tanto como nos han gustado a nosotros.
Son exquisitas. Palabrita del niño Jesús. Para que lo comprobéis vosotr@s mism@s aquí os dejo con la receta.
Necesitamos (para 5 tartaletas de 10 cms de diámetro)
Para la base
- 60 grs de mantequilla cortada a dados
- 112 grs de harina de trigo
- 1/2 huevo
- 40 grs de azúcar glas
- 3 crdas de chocolate rallado 70% de cacao (de Montexcelencia)
- 1 pizca de sal
Para el relleno
- 1 huevo y medio “L”
- 60 grs azúcar blanquilla
- 1 1/2 crda de mermelada de uva (de Montexcelencia)
- 1 1/2 de vino blanco
- 50 grs de queso mascarpone
- 2 crdas de nata líquida
Para la cobertura
- 60 ml de vino blanco (Enebral de Montexcelencia)
- 1 crda de miel
- 1 crda de azúcar blanquilla
- 1/2 crda mermelada de uvas
- Uvas sin pepitas
- 2 hojas de gelatina
Preparación
De la base
En un recipiente amplio, tamizamos la harina. Añadimos el resto de ingredientes y mezclamos con la punta de los dedos. Amasamos ligeramente hasta obtener una mezcla homogénea. Envolvemos la masa en papel transparente y dejamos reposar en la nevera durante una hora.
Dividimos la masa en cinco partes iguales. Colocamos cada una de ellas entre dos hojas de papel de horno y con el rodillo la extendemos procurando darle forma de círculo.
Untamos los moldes (mejor si son desmoldables) con mantequilla y colocamos la masa sobre ellos, retirando el sobrante que sobresalga por los bordes.
Cubrimos los moldes con papel de horno y los rellenamos con garbanzos, judías o similar.
Cocemos en horno pre-calentado (arriba y abajo, horno tradicional) a 180 ºC durante 10 minutos.
Del relleno
Batimos todos los ingredientes, excepto el queso mascarpone y la nata, hasta obtener una mezcla homogénea.
Cocemos a fuego medio, removiendo con unas varillas. Cuando la mezcla alcance el punto de ebullición y espese (unos 3 minutos) la traspasamos a otro recipiente y dejamos templar.
Batimos el queso mascarpone con la nata y lo añadimos a la mezcla anterior.
Vertemos el relleno sobre la base de masa quebrada. Horneamos nuevamente a 180 ºC durante unos 12-14 minutos (arriba y abajo, horno tradicional).
De la cobertura
Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría durante 5-10 minutos.
En una pequeña cacerola hervimos el vino, la miel, el azúcar y la mermelada durante 5 minutos aproximadamente o hasta que la mezcla comience a oscurecer y a parecerse a un sirope.
Añadimos las uvas y hervimos 3 minutos más. Con ayuda de una espumadera, transferimos las uvas a un plato.
Escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos a la cacerola. Removemos hasta su completa disolución, aproximadamente 1 minuto.
Colocamos las uvas sobre las tartaletas y repartimos el sirope por encima.
Antes de sucumbir a la tentación de degustar estas tartaletas tan sabrosas, debemos dejarlas enfriar en la nevera durante, al menos, una hora.
Después de la espera, que garantizo merece la pena, nos dejamos llevar por el placer de esta deliciosa combinación de uvas, chocolate y vino.
Nota:
Para la elaboración de estas tartaletas he contado con la colaboración de Montexcelencia, tienda online de productos gourmet que ofrece una variada y amplia selección de vinos, dulces, embutidos, quesos, aceites, ultramarinos, etc.
Todos ellos de gran calidad, seleccionados por Salvador Gallego, chef de reconocido prestigio y Premio Nacional de Gastronomía.
Comprar a través de Montexcelencia resulta sencillo y cómodo. Tan sólo tienes que entrar en su página web, escoger los productos de tu preferencia, ponerlos en tu carrito y esperar a que te lo lleven a casa sin cargo alguno por el envío. ¡Y ya está!
Feliz lunes para todos 🙂
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