¿Existe mejor merienda que unas cookies recién horneadas acompañadas de un vaso de leche fresca recién sacada de la nevera?
Posiblemente, para muchos de vosotros, la habrá. Sin embargo para una apasionada de las cookies la respuesta es: NO, NO y mil veces NO.
No se qué tienen las cookies que me gustan tanto. Me resultan difíciles de resistir. Coloca frente a mí una fuente de cookies y te garantizo que desaparecerán en poco tiempo.
Quizás en una vida anterior haya sido Triki, monstruo de las galletas, y algo de ello ha quedado en mi fuero interno. No lo descartaría, jajaja. Así me apodaron de pequeña y con ello me he quedado hasta el día de hoy.
En fin, pasemos al meollo de la cuestión que nos trae por aquí y dejémonos de desvaríos.
Si sois de los míos y os pirriais por unas buenas cookies o si os rodea alguien a quien hayáis identificado con mis palabras, entonces esta es vuestra receta. No la dejéis pasar. Os enamorará.
Y vamos con la receta.
Necesitamos (para unas 46-48 cookies)
- 200 grs de mantequilla a temperatura ambiente
- 250 grs de crema de cacahuete
- 100 grs de azúcar moreno
- 100 grs de azúcar blanquilla
- 1 huevo «L»
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 180 grs de harina de trigo
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 100 grs de chips de chocolate sin leche
Preparación
Pre-calentamos el horno a 175 ºC (arriba y abajo, horno tradicional).
Con ayuda de unas varillas eléctricas, mezclamos los dos tipos de azúcar moreno con la mantequilla hasta obtener una mezcla esponjosa.
Añadimos el huevo, la esencia vainilla y la mantequilla de cacahuete. Batimos nuevamente con las varillas hasta incorporar todos los ingredientes.
A continuación, incorporamos la harina y el bicarbonato. Mezclamos con una espátula y,cuando tengamos una masa uniforme, incorporamos el chocolate.
Cubrimos varias bandejas de horno con papel vegetal y colocamos cucharadas de masa separadas entre sí. Esto es muy importante ya que se esparcen al hornear y no queremos que se nos junten unas con otras.
Introducimos, cada bandeja por separado, en el horno pre-calentado durante 12 minutos.
Transcurrido este tiempo, retiramos las bandejas del horno y dejamos enfriar las cookies sobre ellas. Terminarán de cocerse con el calor residual de las bandejas.
Y ya está, así de fácil y rápido.
Ahora sólo tienes que servirte un vaso de leche bien fresquita para acompañarlas y listo.
Feliz día 🙂
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