Después de varios días de mucho trabajo en la cocina las ganas de dedicar demasiado tiempo a la tarea de cocinar son bien pocas. No apetece ¿verdad?
Yo así lo siento y estoy segura de que no soy la única.
Con la vuelta a la rutina del trabajo, las horas libres de que dispongo son limitadas y, aunque me apeteciera, tampoco podría. Lo que es de agradecer porque creo que es necesario desconectar un poquito e invertir el tiempo en otras tareas.
Para los que os sintáis como yo, hoy traigo una receta rápida, económica, fácil y sabrosa: frittata de pan, directa del libro Cuchara de Plata a este blog pasando, previamente, por los fogones de mi cocina.
Yo he sido fiel a la receta original y me ha resultado muy sabrosa tal cual pero imagino perfectamente cómo pueden potenciar su sabor unos trocitos de beicon, unos tacos de queso, una lata de atún, unos trocitos de pimiento verde, etc.
La próxima vez que la haga (que será bien pronto) agregaré alguno de los ingredientes que acabo de mencionar por eso de que en la variedad está el gusto 🙂
Seguro que vosotros tenéis vuestras propias combinaciones para preparar frittata.
¿Las compartís conmigo?
Necesitamos (para 2 personas)
- 60-80 grs de pan duro sin corteza
- 125-150 ml de leche semidesnatada
- 4 huevos «L»
- 4 cucharadas de queso parmesano rallado
- 1 cucharadita de perejil fresco picado
- Sal
- Pimienta
- Aceite de oliva
Preparación
Troceamos el pan y lo remojamos en la leche durante 10 minutos. Transcurrido este tiempo, lo escurrimos sobre un colador y apretando con el dorso de una cuchara para retirar el exceso de leche.
Batimos los huevos junto con el parmesano y el perejil. Añadimos el pan y salpimentamos.
Engrasamos la base y laterales de una sartén pequeña con un poco de aceite de oliva. Mi sartén es para huevos fritos y su base mide 11 centímetros de diámetro. Si no tienes una de este tamaño, haz una sóla frittata para dos personas, en lugar de hacer dos frittatas individuales, en una sartén más grande.
Colocamos la sartén al fuego y, una vez caliente, vertemos sobre ella la mitad de la mezcla. Cocinamos a fuego medio bajo durante un par de minutos antes de voltear con ayuda de un plato (como si de una tortilla española se tratara). Deslizamos la frittata sobre la sartén de nuevo y terminamos de cocinar por el otro lado.
Retiramos del fuego y repetimos la operación con la otra mitad de la mezcla.
Servimos templada con el acompañamiento que prefiramos. En mi caso con una ensalada de hojas verdes, unos encurtidos y un vaso de vino.
Una comida ligera, rápida y deliciosa.
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