Hoy toca cambiar. Hoy no hay dulce sino salado. Aunque el nombre de la receta pueda causar, si no lo leemos bien, un poco de confusión en ese sentido. La receta de hoy es una tarta, si. Pero una tarta salada.
Todo empezó con una receta de tarta de cebolla que me pasó una compañera de trabajo. Aquella llevaba beicon y se parecía mucho a esta que publicó Lidia de Atrapada en mi cocina en septiembre del año pasado.
Aunque mi intención era preparar la tarta de cebolla de Lidia, cuando me metí en faena fui cambiando la receta, quitando ingredientes, usando otros que necesitaban ser rescatados del olvido,adaptándola al gusto de mis comensales, etc y el resultado que obtuve es el que hoy os cuento.
Poco tiene que ver con la receta original, pero no me voy a quedar con las ganas de probarla, que conste, y en cuanto pueda la prepararé. Espero no desviarme nuevamente 🙂
De esta tarta de cebolla, puerro y queso de cabra os diré que a mis hijos, que son bastante poco aficionados a la cebolla, les encantó. Ellos, ambos dos, son unos petardos en materia de cebolla. Son de los que retiran los trozos de cebolla de las salsas porque dicen que no les gusta encontrársela y me hacen triturarlas hasta quedar bien camufladas. Bueno, pues estas dos criaturitas no sólo se zamparon unas buenas raciones cada uno sino que además repitieron. Sorprendida me dejaron.
Con eso os lo digo todo y, sin más alabanzas que contaros (que después de lo de mis hijos serían pecata minuta), os paso la receta.
Necesitamos
- Una lámina de masa quebrada (si la quieres casera, pincha aquí)
- 2 cucharadas de aceite de oliva suave
- 500 grs de cebolla (pelada y cortada en juliana)
- 250 grs de puerros (picados finamente)
- 2 cucharadas de harina de trigo
- 500 ml de leche semi desnatada (templada)
- 1 rulo de queso de cabra (troceado)
- 4 huevos «L» (batidos)
- Sal
- Pimienta negra
Preparación
Extendemos la masa quebrada sobre un molde enharinado apto para horno (si es desmoldable, mejor).
Calentamos el aceite en una cacerola y pochamos la cebolla y el puerro, a fuego suave y bajo tapa para que sude y se mantenga jugosa.
Cuando la cebolla y el puerro comiencen a tomar color, añadimos la harina y removemos hasta incorporar. A continuación añadimos la leche templada y removemos sin parar durante 5 minutos para evitar que se formen grumos.
Retiramos del fuego y salpimentamos al gusto.
Agregamos el queso de cabra y los huevos y removemos hasta obtener una mezcla uniforme.
Vertemos la mezcla en el molde, sobre la masa quebrada, y cocemos en horno pre-calentado a 180 ºC (arriba y abajo, horno tradicional) durante 35-40 minutos o hasta que veamos que la superficie comienza a adquirir un color dorado.
Nota:
- La base de esta tarta se puede hornear antes de rellenar. Yo no suelo hacerlo cuando voy con prisa y ahorro tiempo obteniendo también un buen resultado. Si optas por hacerlo deberás de colocar la lámina de masa quebrada en el molde, pinchar la base con un tenedor y colocar garbanzos, judías, etc encima cubriendo toda la superficie. Hornea durante 10 minutos a 180º. Retira el peso que hayas colocado (garbanzos, etc) y se vuelve a meter en el horno para que se dore.
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