Hace un par de meses largos, Paloma del blog Colometa Cuinereta, me encargó galletas y cake pops para el escaparate dulce de la tienda que, por aquellos entonces, estaba montando y que en la actualidad es ya una realidad: Planeta Colometa.
Si digo que me hizo una ilusión enorme aquel encargo me quedo corta. Colaborar con una compañera bloguera es algo que me llena de satisfacción, sobre todo si mi aportación va a suponer un granito de arena en su camino hacia el éxito.
Las galletas que preparé para Planeta Colometa no son precisamente las de las fotos. Aquellas no las fotografié en condiciones ni tampoco los cake pops de modo que no os las podré enseñar. Pero estas son, en parte, resultado de aquel encargo. Preparé más masa de la necesaria por si acaso me tocaba repetir alguna y lo mismo hice con el fondant. Teñí mucha cantidad de color burdeos, el del logo de Planeta Colometa, que luego complementé con otros tonos más suaves para conseguir ese efecto «ombre» que tan de moda está en el mundo de la repostería.
La receta que utilicé para la masa de la galleta es la de mi querida amiga Marina del blog Blaukitchen, a quien seguro seguro segurísimo todos conocéis. Y si no es el caso pues ya estáis tardando porque es un blog para no perdérselo.
Necesitamos
- 250 grs de mantequilla, en pomada
- 200 grs de azúcar glas
- 1 huevo XL, ligeramente batido
- 550 grs de harina de trigo, tamizada
- 1 cucharada de extracto de vainilla (o cualquier otro aroma)
Preparación
Con ayuda de unas varillas eléctricas, batimos la mantequilla junto con el azúcar y el extracto de vainilla hasta que se hayan integrado los tres ingredientes (no más, no hay que blanquear la mantequilla).
Añadimos el huevo, batimos nuevamente.
A continuación incorporamos la harina a cucharadas y mezclamos hasta conseguir una masa homogénea. Es posible que necesitemos amasar a mano para conseguirlo.
Dividimos la masa en dos partes. Colocamos cada parte entre dos láminas de papel vegetal y extendemos con un rodillo. Refrigeramos durante unas 3 horas.
Transcurrido este tiempo, sacamos la masa de la nevera y cortamos con nuestros cortadores favoritos (yo utilicé uno redondo grande y otro en forma de flor). Las colocamos sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal y las refrigeramos nuevamente por espacio de una media hora.
Pre-calentamos el horno a 180 ºC (arriba y abajo, horno tradicional).
Horneamos nuestras galletas durante 10 minutos (aproximadamente, el tiempo exacto dependerá de vuestro horno). Retiramos las galleta del horno y las transferimos a una rejilla metálica hasta que enfríen.
Una vez frías podemos decorarlas como más nos apetezca.
En mi caso, para las galletas redondas utilicé fondant teñido de varios tomos de burdeos, corté discos de varios diámetros y coloqué el fondant a capas para conseguir el efecto degradé que veis en las fotos (las capas van adheridas entre sí con una pizca de agua). Rematé la decoración con una bolita de fondant blanco que pinché con un palillo por toda su superficie.
Para decorar las galletas de flores, corté el fondant con el mismo cortador en forma de flor que había utilizado para cortar la masa de las galletas y lo pegué sobre la galleta con una pizca de agua. Coloqué una bolita de un color más claro en el centro de la flor y, con ayuda de un palillo, decoré los bordes y el centro.
Notas:
- Es muy importante que no mezclemos galletas de diferentes tamaños en la misma bandeja ya que, durante el horneado, unas se tostarían más que otras (las pequeñas más que las grandes) y no se cocerían de manera uniforme. Si vais a hornear galletas de diferentes tamaños es preferible colocarlas en bandejas diferentes y hacer varias hornadas para que queden bien.
- Las galletas se conservan estupendamente durante días (incluso semanas) si las guardamos en una lata hermética antes de decorar.
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