Después de asistir al último encuentro de Gastronómadas y pasar una jornada rodeada de blogueros twitteros que pasaron la mitad de su tiempo enganchados a sus teléfonos móviles, regresé a casa con la sensación de estar perdiéndome algo de modo que me propuse ponerme al día con Twitter.
Y en eso estoy, dos meses (largos) después, todavía ando ahí. Intentando ponerme al día con Twitter. Por el camino me he topado con el #diadelaalbondiga y no imagináis la ilusión que me ha hecho. Primero por haberme enterado de ello a tiempo y no el día de publicación, y segundo porque tenía estas albóndigas en la parrilla de salida de blogger esperando a ver la luz hoy mismo. Casualidad pura y dura 🙂
Mi aportación al #diadelaalbondiga no es muy ortodoxa, al menos en su forma, ya que estas albóndigas de puerro al limón no llegan con forma de bola. Más bien parecen mini hamburguesas. Sin embargo, el libro del que sale esta receta así las llama y yo no voy a cambiarles el nombre.
De este libro había oído hablar mucho, había leído reseñas muy positivas en varios de los blogs que sigo, y tenía una curiosidad tremenda por tenerlo entre las manos. La ocasión se me presentó en Navidad cuando Jerusalem, de Yotam Ottolenghi y Sami Tamimi, le cayó a una de mis cuñadas como regalo. Como estábamos instalados en su casa unos días, tuve la suerte de poder empaparme bien de sus recetas y anotar alguna que otra. Esta es la primera que hago y no será la última.
Me llamó poderosamente la atención leer «albóndigas de puerro al limón» y supe, al instante, que quería probarlas, que me iban a gustar y que había muchas posibilidades de que la receta se instalara en mi cocina para mucho tiempo.
No me equivoqué lo más mínimo.
Necesitamos (para 4-5 personas)
- 5 puerros (aprox. 550 grs)
- 200 grs de ternera picada
- 75 grs de pan rallado
- 2 huevos pequeños
- 2 cucharadas de aceite de oliva suave
- 200 ml de caldo de pollo
- Zumo de 1 limón
- Sal y pimienta
Preparación
Cortamos los puerros en rodajas de 2 centímetros y los cocinamos al vapor durante 20 minutos. Los escurrimos y, una vez templados, los secamos con papel absorbente. Esto es muy importante ya que el exceso de agua nos estropeará la mezcla, quedando demasiado blanda y dificultando el resto del proceso.
Trituramos los puerros sin llegar a hacerlos puré y los mezclamos con la carne picada, el pan rallado, los huevos, sal y pimienta. Formamos albóndigas con la mezcla y la refrigeramos durante 30 minutos.
En una sartén de base amplia, calentamos el aceite y freímos las albóndigas por ambas caras. Vuelta y vuelta, no más. Simplemente hay que sellarlas para retener sus jugos.
Cubrimos las albóndigas con el caldo y el zumo de limón. Cubrimos la sartén y dejamos que hierva a fuego lento durante 30 minutos.
Transcurrido este tiempo, destapamos, subimos la potencia del fuego y dejamos que se evapore la mayor parte del líquido.
Servimos calientes acompañadas de una ensalada de hojas verdes, arroz hervido o lo que más nos guste.
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