Cuando Yolanda y yo decidimos qué tipo de pasta iba a ser el protagonista de nuestro reto mensual y los macarrones resultaron elegidos tuve clarísimo que este plato sería el «rey del día»: los macarrones de la abuela Pepa.
Pepa es mi madre. Una mujer poco amante de la cocina que sólo se enfunda el delantal por necesidad pero que no disfruta con ello (el gen cocinillas de mi familia se la saltó clarísimamente). Sin embargo, y a pesar de no ser aficionada a cocinar, tiene su maña entre fogones y hay platos que los borda. Este es uno de ellos y el que sus nietos piden cuando ella pregunta que qué querrían comer cuando vamos a su casa.
Sencillo hasta decir basta pero cremoso, de suave textura y potente sabor, los macarrones de la abuela Pepa son un clásico en mi familia y un éxito asegurado.
Consciente de que no estoy descubriendo la pólvora, mi aportación al reto de este mes es un clásico que espero disfrutéis igualmente. Porque no siempre vamos a andar inventando o innovando ¿no?
Necesitamos (para 4 personas)
- 400 grs de salsa bechamel ligera
- 400 grs de salsa boloñesa
- 250 grs de macarrones
- Queso rallado para gratinar
Preparación
Pre-calentamos el horno a 180 ºC (arriba y abajo, horno tradicional).
Hervimos la pasta siguiendo las indicaciones del fabricante, pero le restamos 3 minutos al tiempo de cocción. Queremos que que quede un poco dura porque remataremos su cocción en el horno.
Escurrimos la pasta y la mezclamos con la salsa bechamel (si escoges mi receta para elaborarla, usa 900 ml de leche en lugar de 600 ml y así conseguirás el espesor ligero que necesitamos para esta receta) y la salsa boloñesa. Removemos hasta integrar todos los ingredientes.
Vertemos en una fuente apta para horno, espolvoreamos con queso rallado e introducimos en la posición central del horno durante 30 minutos o hasta que el queso comience a dorarse.
Retiramos del horno y dejamos reposar 10-15 minutos antes de servir y…¡a disfrutar!
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