Día de publicación reto Tía Alia [recetas de enero]

Llegó el día 🙂

Después de un mes de descanso, el RETO regresa y saluda al nuevo año con dos recetas de bocado. La salada, unos pastelitos de langostinos facilones de montar y muy adecuados para esas ocasiones en que tenemos invitados en nuestras casas y necesitamos simplificar al máximo nuestro trabajo en la cocina.

Yo no he tenido que celebrar ninguna comida ni cena navideña en casa. Este año me han dado vacaciones totales y absolutas. He ido de invitada, a mesa puesta, a todas la reuniones familiares así que la preparación de estos pastelitos sirvió para dar un homenaje íntimo a mi familia, que bien se lo merece por lo que aguantan de mi y de este blog.

Sobre su elaboración, os la voy a detallar a la manera del recetario de Tía Alia ya que no tomé nota de cantidades ni de nada cuando los preparé. Pero son tan sencillos que no lo necesitaréis.
Vamos a ello.

Para 24 unidades:
Tomamos 36 gambas y retiramos sus cabezas. Las rehogamos en un poquito de aceite, aplastamos con una cuchara para que suelten sus jugos. Agregamos un vaso de agua y dejamos hervir durante 20 minutos. Colamos y reservamos.
Picamos un puerro (su parte blanca) en brunoise y lo pochamos a fuego muy lento hasta que reblandezca pero sin dejar que llegue a dorar. Agregamos una cucharada de harina, removemos por espacio de un par de minutos, y empezamos a añadir el caldo que hemos preparado con los despojos de las gambas, poco a poco, sin dejar de remover (usamos unas varillas para qu no nos salgan grumos). Cuando se nos haya terminado el caldo, agregamos leche hasta conseguir el espesor deseado. Alcanzado el punto de espesor deseando mantenemos el recipiente al fuego durante 10-15 minutos, sin dejar de remover, y salpimentamos al gusto. Transcurrido ese tiempo retiramos de la fuente de calor y reservamos.
Marcamos las gambas en una sartén engrasada, las pelamos dejando las colas y ajustamos su punto de sal. Picamos la carne de 12 de ellas y se la agregamos a la bechamel con la que prodecemos a rellenar 24 mini hojaldres (vol au vent). Les damos un toque de horno, 5 minutos a 180 ºC, y coronamos cada uno de ellos con una gamba antes de servir.
Y ya está, así de sencillo.
Para compensar la facilidad con la que se preparan los pastelitos de langostinos (gambas en mi caso) tenemos la receta dulce que, este mes, se las traía. La explicación de la receta de Tía Alia se intuía dura de pelar pero no por ello iba a dejar de intentarlo. Tras un primer fracaso, la vencida llegó a la segunda, que no a la tercera.
Vamos cogiéndole el tranquillo 🙂
Como adelanté en la publicación de las recetas del reto de este mes, las pfeffernüse son unas galletas tradicionales de la época navideña en países como Holanda y Alemania. Con estas pistas y la receta de Tía Alia en mano, consulté varias fuentes y escribí mi propia versión. La que ahora os cuento…

Necesitamos

• 50 grs de mantequilla a temperatura ambiente
• 50 grs de manteca de cerdo a temperatura ambiente
• 90 grs de azúcar
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 50 grs de cacao puro en polvo (Valor)
• 100 grs de harina de trigo
• 1 cucharadita de levadura (impulsor)
• 1/2 cucharadita de mezcla de especias

Además

• Papel vegetal para horno

Preparación
Batimos la mantequilla, la manteca y el azúcar hasta conseguir una mezcla cremosa.
Añadimos la esencia de vainilla y mezclamos.
Mezclamos el cacao con la harina, la levadura y las especias.Tamizamos y añadimos la mezcla a la masa anterior. Removemos y amasamos hasta integrar todos los ingredientes.
Tomamos porciones de 10 gramos cada una con las que hacemos bolitas que colocamos sobre una bandeja cubierta con papel vegetal. La introducimos en la nevera durante 30 minutos.
Pre-calentamos el horno a 180 ºC.
Transcurrido el tiempo de reposo, horneamos durante 6-8 minutos.
Retiramos del horno y trasladamos a una rejilla metálica para su completo enfriado.
Las pfeffernüse me han sorprendido gratamente por ser un dulce a caballo entre el polvorón y la galleta. En boca adquieren una textura suave por la manteca que llevan entre sus ingredientes y que hace que tiendan a deshacerse.
Aguantan varios días en buen estado si las guardamos en una lata metálica bien cerrada, aunque se van endureciendo poco a poco. Pero no se vuelven incomestibles.
De sabor son potentes y altamente recomendadas para los choco adictos. El toque de cacao puro las hace irresistibles, tanto que es imposible comer sólo una. Son el perfecto acompañamiento del café de la sobremesa 🙂
Y hasta aquí llego hoy con mis recetas. Antes de irme a ver las vuestras (cosa que estoy deseando) os dejo el listado de participantes para que vosotros podáis hacer lo mismo y disfrutéis de las versiones de estas dos recetas que nos traen nuestr@s compañer@s bloguer@s.
… Recetas saladas …
Amb les mans a la massa
Así se come en GranadaCocido de sopaCocina con AngelsCocinando un abril encantado
DecorecetasFood & cakes
Kooking
La cocina de las casinasLa cocina de los inventosLa cuina violeta
Las cosas de Cósima
Mara en GredosMoniecocina
O Carón da LareiraOlor a regalicesRossGastronómicaUn pellizco de canelaUna física en la cocina
… Recetas dulces …
Aquí y ahoraCocido de sopaCocina con Angels
Cuky’s cookiesEl búho goloso
El paraíso de los golososEnsucratFrambuesa y carameloIdeas de andar por casaLa cajita de nieveselena
La cocina de Aisha
Laurel y menta
Manzana y canelaMigas en la mesa
MilicocinillasMis bollosRecursos culinarios
Silencio, se cueceUn pellizco de canela

Os recuerdo que, a partir del próximo mes, el funcionamiento del reto vuelve a la normalidad y que la fecha de publicación de las propuestas del reto de febrero será el lunes día 3 de febrero.
Hasta entonces, sed buen@s 🙂