Cuenta Rick Stein en su libro «Fruits of the sea» que esta elaboración la aprendió de Rosie, una mujer vasca que trabaja en un pesquero de arrastre junto con su marido Billy allá por tierras británicas.
Además de trabajar como el que más, Rosie también se encarga de cocinar y alimentar las bocas de todos los pescadores con los que comparte faenas. Al parecer, Rick Stein ha tenido la suerte de saborear este bocado de primera mano y lo describe como el «boeuf bourguignon» (estofado de ternera) de los guisos de pescado. Lo describe como profundo, sabroso y contundente y nos recomienda comerlo acompañado, simplemente, de unos trozos de buen pan.
A pesar de estar segura que la receta original está de padre y señor nuestro, no he podido evitar darle un enfoque personal para alegrar el resultado de estos calamares añadiendo un par de cucharaditas de chile molido. El picante me pierde 🙂
¿Os cuento cómo elaborarlos?
Necesitamos (para 4 personas)
- 600 grs de calamares
- 40 grs de aceite de oliva suave (3 cucharadas)
- 200 grs de cebolla (1 unidad), en brunoise
- 3 dientes de ajo, picados
- 1 lata de tomate troceado de aprox. 400 grs
- 150 ml de vino tinto
- 300 ml de agua
- 1 cucharadita de tomillo fresco, picado
- 2 cucharaditas de chile molido (unos 8 grs)
- Sal y pimienta negra
Preparación
Limpiamos los calamares. Separamos los cuerpos de los tentáculos, retiramos el cartílago del interior de los cuerpos así como la piel. Lavamos bien para limpiar cualquier resto de suciedad. Retiramos las bolsas de tinta que encontraremos entre los tentáculos y las desechamos. Troceamos los tentáculos si lo consideramos oportuno (a mi me gustan tal cual y los dejaría enteros pero a mis hijos no les gusta encontrárselos en el plato de modo que los troceo finamente para que pasen desapercibidos).
Calentamos el aceite en una cacerola de base gruesa, como la cacerola baja efficient de BRA, y añadimos el calamar troceado. Rehogamos a fuego fuerte removiendo de vez en cuando hasta que comience a dorarse.
A continuación, añadimos la cebolla y el ajo y rehogamos durante 5 minutos más sin parar de remover. Incorporamos el tomate, el vino, el agua, el tomillo y el chile molido. Cuando haya alcanzado el punto de ebullición, bajamos el fuego al mínimo, tapamos y dejamos cocer a fuego suave durante unas 2 horas.
Transcurrido este tiempo salpimentamos y servimos, como dice Rick Stein, con unos trozos de buen pan.
Una vez más he utilizado la cacerola baja efficient de BRA para continuar con mi participación en el #desafíoBRA y, como mencioné en mi entrada anterior, lo realmente desafiante está siendo no utilizarla todos los días y para todo. Es una todo terreno 🙂
Mónica López dice
Si es como el boeuf bourguignon, este plato promete y si encima está hecho por una vasca y para alimentar a los pescadores, ya es la bomba. No hay mejores platos que los de los pescadores, está claro con con suquet, con la fideuà y por supuesto con este que seguro que me encantará. Tomo nota, también del punto picante.
Feliz diciembre!
Un beso enorme,
Mónica
Ana Melm dice
Uau. Contundente y rico, sí señor. Y palabra de Mr Stein.
Es similar al que hago habitualmente con algunas salvedades: vino tinto y picante. Lo último me entusiasma, no necesito que me animen para echar guindillas a la vida 🙂 así que … no descarto probarla… de momento la subo a favoritos, que nunca se sabe!
cocido de sopa dice
Este Rick Stein supo bien de quién sacar una buena receta de mar, y nada menos que de una vasca. La señora habrá quedado en el anonimato, pero a nosotros lo que nos importa es que tiene raíces españolas, y eso es siempre un orgullo para nuestras cocinas.
Tú siempre poniéndole un toque de alegría a todo, y a los calamares no iba a ser menos. Con lo bien que le va al tomate, se armó una buena fiesta en tu cazuela. Menos mal que cortaste las patitas de los calamares en trocitos, que sino, salen por patas a celebrar la fiesta por toda la cocina. ¡Me parto con el festín que he liado en un momento! Debe ser que la fiesta también se ha apoderado de mi, y no sé por qué … la verdad 😉
Besos y feliz semana.