La tía Marina era una mujer menuda, hermosa a pesar de sus años y arrugas, con un cabello blanco impoluto recogido en un moño, que vivía con la tía Alia. Durante mi infancia, ir a visitar a Alia era sinónimo de ir a visitar a la tía Marina. Siempre estaban juntas.
La tía Marina era de Logroño, de hecho así la llamábamos. La tía Marina de Logroño. Como si de su apellido se tratara.
Recuerdo una visita a su ciudad natal. Yo debía de ser muy pequeña porque son pocos los recuerdos que guardo de aquella ocasión, sin embargo lo que han quedado en mi memoria son claros y cristalinos como el agua. El más «potente» de ellos es que, junto al portal de su casa, había una confitería en la que se vendían los caramelos de café con leche «Viuda de Solano». Aquello, para una niña enamorada de estos, era el paraíso. Como para no recordarlo, verdad?
Siempre he asociado los caramelos de café con leche a mi tía Marina y, por ende, a tía Alia así que, cuando vi que Virginia había elegido como propuesta dulce de este mes del #retotiaalia las pastillas de café con leche, un pequeño nudo se instaló en mi garganta durante un buen rato. Y es que pocas recetas hay en el recetario de Alia que sienta tan familiares y tan propias de mi familia como las pastillas de café con leche.
Me hubiera gustado mucho conseguir unas pastillas con la misma textura y sabor que las de «Viuda de Solano» pero no es el caso. Lamentablemente no he tenido tiempo de seguir practicando con la receta, variando tiempos, cantidades y técnica de modo que la que os cuento a continuación es la primera y única.
Muy rica, eso si.
Necesitamos
- 500 ml de café con leche
- 500 grs de azúcar
- 100 grs de glucosa
- Mantequilla
Además
- Papel sulfurizado
Preparación
Engrasamos un molde cuadrado con mantequilla, lo cubrimos con papel sulfurizado (quedará adherido a la base gracias a la mantequilla) y lo reservamos.
En una cacerola amplia calentamos el café con leche y el azúcar. Llevamos a ebullición y dejamos hervir a fuego muy suave durante, aproximadamente, una hora.
Agregamos la glucosa y dejamos hervir a fuego suave durante el tiempo suficiente para que la mezcla alcance los 118ºC (punto de bola floja).
Retiramos del fuego y vertemos sobre el recipiente engrasado.
Una vez atemperado, troceamos con un cuchillo bien afilado en pequeñas pastillas.
Envolvemos en papel celofán o servimos tal cual.
Notas
En la receta original aparecen medidas de volumen que están en desuso como el cuartillo castellano que, según Wikipedia, es una medida de volumen de líquidos equivalente a 0,51251 litros. Es decir, que un litro del sistema métrico decimal tiene muy aproximadamente dos cuartillos. Esta es la referencia que yo he utilizado para calcular el volumen de leche a utilizar.
También aparecen la libra y la onza, como medidas de peso. El conversor del que me he valido para calcular el peso en gramos es el de Cocina Dominicana, teniendo en cuenta que 1 libra equivale a 454 gramos y 1 onza a 28,35 gramos.
María dice
Que pasada! me encantan esos caramelos o pastillas, te han quedado geniales.
un besito
Begoña dice
Carmen, ¿Sabes que ya no existen los caramelos de la Vda. de Solano? Estas navidades mi hermano se fue a pasar la nochevieja a Logroño y lo único que le pedí fueron caramelos de café con leche y los que había de sabores: piña, platano,… ¿Te acuerdas? Bueno, pues ya no existen y hay unos que son una burda imitación, que lo único que puedes conseguir es que te saquen algún empaste…
Menos mal, que a falta de caramelos, me trajo unos chorizos estupendos. No hay mal que por bien no venga. (nunca he entendido este refrán. Debería ser al revés).
Como siempre, gracias por compartir tu tesoro y me pondré en contacto contigo, que ya sabes, que la próxima soy yo!!!!!
Un abrazo, Begoña
Victoria dice
Precisos caramelos y preciosos recuerdos, ¡qué lujo poder asomarnos al tesoro de tu Tía Alia!
Maria Pilar-COCINICA dice
A mi también me encantaban, ahora hace mucho que no las como.
Bss.
Marga dice
Carmen ¿te puedes creer que mi abuelo iba muchísimo a Logroño y siempre nos traía un bolsón de caramelos de la Viuda de Solano? qué recuerdos!!! tu receta es estupenda. Hoy como buena norteña, me he decantado por el txangurro, bsssss y gracias por dejarnos a Tía Alía
mar dice
monísimas 🙂 me encantan y que ricas
Mónica López dice
Me apunto la receta YA! A mi los caramelos de café con leche me recuerdan a mi padre que siempre los tomaba. Y recuerdo como mi hermana y yo también lo hacíamos y nos reíamos cuando se nos quedaban enganchados en los dientes… Qué recuerdos.
Besos guapa y feliz semana!
Ana Melm dice
Qué maravilla de recuerdos… a todos nos pasa con alguna receta que nos transporta hasta el infinito de nuestra más tierna infancia… a mí me pasa con el arroz con leche y con los filetes de pollo empanados (nada de glamour, como puedes ver).
Los caramelos yo los veo geniales, no suelo ser partidaria de buscar que se parezcan a las versiones industriales que se inspiraron en recetas como las de Alia, lo casero es diverso, y eso es lo que lo define.
La cajita de nieveselena dice
jejeje… ¿porqué siempre los niños asociamos un nombre a una persona o lugar y creemos que "de Logroño" es un apellido? jejejej… no se porqué digo niños, aún a mi me pasa!!
Adoro los caramelos solano, también los de toffe, también los blandos… es decir todos los de ese tipo y me parecía que esta receta era muy complicada como para que me salieran como yo quería… o simplemente para que salieran, si lo reconozco, me dio miedo (no he hecho caramelos nunca)
Creo que has salido estupendamente del paso y que a Tía Alia y a Tía Marina les gustarían mucho… 😉
Besos
Nieves
Carmen díaz moreno dice
Como siempre de primera comadre, tienes un blog con mucha personalidad, original y divino, sinceramente, enhorabuena y gracias por este evento tan precioso, besos Carmen
Laura Selene dice
Yo los veo perfectos y si te han llevado a la infancia todavía mejor. Nunca había pensado hacer caramelos y me ha encantado la experiencia. Besos.
Madame Pépinière dice
Seguro que te han quedado muy buenos! A mí también me recuerdan a mi infancia 😉
Un beso
Encarnita dice
Que ricos son.
Yo tambien los hice en forma de piruletas y me encantaron,nunca me hubiera imaginado haciendo caramelos de café y leche y gracias al reto los hice.besinos
Ana Sanchez dice
Exitazo total el de los caramelos verdad? si es que en el fondo lo dulce es mmmmmm….. buenísimos!!! un muac
Mar dice
Para no tener tiempo veo unos caramelos estupendos… que se pueden mejorar, no lo sé…tendría que probarlos pero con lo que te gusta a ti hacer las cosas bien seguro que llegas a la perfección.
Habrás visto que no he podido participar este mes…y rabia que me da pero no ha sido posible. Estoy viendo todas las versiones dulces y saladas y me parecen fantásticas.
Un besote muy fuerte,
Aisha dice
La verdad que no hay nada como lo hecho en casa y ante estos caramelos, que se quiten los industriales 🙂
besos
Virginia M dice
Suelen decir que mas vale tarde que nunca¡¡¡ Pues bien tarde, bien tarde pero aquí estoy¡¡¡
Veo que tus recuerdos eran entrañables, como me imaginaba, y no sabes la ilusión que me ha hecho ser un poco participe de ellos. Por lo demás, mira, a mi me recordaron a los caramelos de El Caserío de Tafalla¡¡¡. En cualquier caso estaban de miedo. Aunque como viste, a mi, Tía Alia, me la volvió a jugar… yo creo que en esta ocasión, con el dichoso cuartillo … De todas formas ha sido un placer participar como anfitriona y te agradezco enormemente no solo el haber compartido con todas nosotras un recetario que tiene que tener tanto valor para ti, sino el habernos permitido formar parte de su organización. Un besote grande.
Virginia "Sweet & Sour"