La polenta es una elaboración tradicional italiana cuya base es la harina de maíz, generalmente de la harina de maíz gruesa o sémola de maíz. Hace años que la conozco, pero nunca he sido muy fan de ella hasta hace relativamente pocas semanas cuando decidí darle una nueva oportunidad y preparar esta polenta al grill con tomates balsámicos y orégano. Y no imagináis cómo me alegra haberlo hecho, porque me ha parecido un bocado fabuloso.
Es bastante común preparar polenta con una consistencia más líquida, como de gachas, y comerla con cuchara, aunque también se puede hacer tan sólida como la he hecho para esta receta y usarla como base de estos bocados de de tomate balsámico y orégano. Un aperitivo con el que resulta muy fácil sorprender a los invitados cuyo mérito no es mío sino del mediático Gordon Ramsey en quien me he inspirado para prepararlo.
Aunque se puede comer frío, el mejor momento de disfrutar de estos bocaditos de polenta al grill con tomates balsámicos y orégano es recién hechos o templados. No quedan bien recalentados, así que lo mejor es que hagáis la cantidad necesaria sin excederos para que no haya desperdicio alguno. Si os sobra polenta, podéis guardar el paquete bien cerrado en un lugar seco y os durará mucho tiempo aunque como le cojáis el gusto como yo no hay peligro de que se os pase de fecha de caducidad.
La polenta al grill con tomates balsámicos y orégano es un aperitivo diferente, divertido y sorprendente. No contiene gluten, así que es apta para celiacos. Dependiendo del tamaño que le demos, podemos comerla con los dedos y de un bocado y disfrutar de todos sus componentes juntos en la boca en una explosión de sabor maravillosa.
- 250 ml de caldo de verduras
- 125 g de polenta rápida
- 25 g de queso Parmesano rallado
- Sal
- Pimienta negra molida
- 12 tomates cherry
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharada de vinagre balsámico
- 1 cucharadita de azúcar moreno
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 manojo de orégano fresco
- Nata agria o crème frâische
- En una cacerola amplia, llevamos el caldo a ebullición, añadiendo una cucharadita de sal y un poco de pimienta. Agregamos la polenta junto con el queso Parmesano rallado y cocemos durante 5 minutos sin parar de mover.
- Retiramos del fuego, volcamos sobre una bandeja cuadrada y la extendemos con una espátula o el dorso de una cuchara. Cubrimos con papel film (tocando la polenta) y atemperamos antes de trasladar a la nevera donde dejamos que tome cuerpo durante una hora antes de desmoldar y cortar en cuadrados.
- Mientras la polenta reposa en la nevera, lavamos los tomates y pinchamos cada uno un par de veces para que no exploten en el horno. Los colocamos en una fuente apta para horno y espolvoreamos con el ajo en polvo y el azúcar moreno. Regamos con el vinagre balsámico y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Horneamos a 180ºC durante 20 minutos.
- Cuando estemos listos para servir nuestro aperitivo, calentamos el grill a temperatura máxima. Pincelamos con aceite de oliva virgen extra cada porción de polenta y las marcamos durante 5 minutos por cada lado. Colocamos sobre cada una de ellas un tomate cherry, una quenelle de nata agria y una hoja de orégano fresco.
- Servimos inmediatamente.
Debora de lucas dice
un aperitivo muy original ¡¡¡ un besote enorme