La calabaza es un fruto que da mucho juego en la cocina. Es versátil y se puede usar tanto para elaboraciones dulces como para bocados salados. Está íntimamente ligada al otoño y, aunque la podemos encontrar en el mercado en cualquier época del año, es en temporada cuando más sabor tiene y cuando más apetece comerla. Con esta receta de croquetas de calabaza y cebolla me sumo a la iniciativa Sabores de Temporada de Neus, Paula y Yolanda que nos animan a consumir productos de temporada y a celebrar, en esta ocasión, la grandiosidad del otoño.
Podría haber elegido otro producto, pues el otoño ofrece una variedad de alimentos propios muy rica, pero es que la calabaza me pierde por su melosidad, jugosidad, textura y cremosidad. Además es un alimento que apenas tiene grasa ni hidratos de carbono, contiene mucha agua y e buena fuente de fibra. La calabaza es perfecta para dietas de control de peso, a no ser que se te ocurra preparar con ella unas croquetas de calabaza y cebolla cuando la cosa cambia, pero si las preparamos de vez en cuando no tenemos porqué sentirnos culpables.
Como ocurre con todas las croquetas, estas de calabaza y cebolla están de muerte lenta y son bien merecedoras de un huequito en vuestros menús. Si os da pereza prepararlas porque tardáis en envolverlas, tengo el método perfecto para que las tengáis listas en cero coma. Este solo se refiere a la tarea de envolverlas, no a hacer la masa, eso no nos lo quita nadie aunque si tenéis un robot de cocina tipo Thermomix podéis delegar en él la responsabilidad y dedicaros a otros menesteres más agradables.
- 250 g de cebolla
- ½ cucharadita de moka de bicarbonato sódico
- 550 g de calabaza (pelada y sin pipas)
- 4 quesitos en porciones
- Harina
- Huevo
- Pan rallado
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra molida
- Pelamos la cebolla y la cortamos en brunoise fina. Calentamos un poco de aceite de oliva en una sartén pequeña, añadimos la cebolla y un pellizco de sal. Removemos bien y esperamos a que, con el fuego al mínimo, la cebolla empiece a pocharse antes de espolvorear el bicarbonato sobre la cebolla. Dejamos pochar durante 20-30 minutos.
- Mientras tanto cortamos la calabaza en dados y la colocamos en un recipiente apto para microondas. Cubrimos con papel film, hacemos unos agujeros y cocemos 10 minutos a máxima potencia.
- Cuando la calabaza esté tierna la trituramos junto con la cebolla caramelizada, los quesitos en porciones y salpimentamos al gusto. Dejamos enfriar completamente (mejor de un día para otro)para que tome cuerpo y sea más fácil formar las croquetas y envolverlas.
- Para formar las croquetas tomamos pequeñas porciones de la masa y boleamos, las pasamos por harina, después por huevo batido y, por último, por pan rallado.
- Calentamos abundante aceite de oliva en una sartén y freímos en tandas de cuatro, para que no se enfríe el aceite, removiendo para que se doren por todos lados. Escurrimos y dejamos reposar sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa antes de servir.
Isabel dice
Me encantan tus recetas. No soy muy amiga de los fritos y quisiera saber si has intentado hacer las croquetas de arroz co leche l las de calabaza en el horno convencional y evitar así las frituras.
Carmen dice
Hola Isabel, lo cierto es que nunca he usado el horno para hacer croquetas y no puedo confirmarlo de primera mano. No obstante creo que sí se pueden hacer. Es cuestión de ponerse a ello 🙂 Yo no soy tampoco fan de los fritos, pero los hago tan de vez en cuando que lo tomo como un homenaje.
Saludos!
Carlos dice
Buenas tardes.
Me ha quedado la masa como un puré y me resulta casi imposible hacer las croquetas .
Como podría espesar la masa.
Gracias de antemano.
Carmen dice
Hola Carlos, para espesar una masa de croquetas hay que empezar de nuevo. Prepara un roux con mantequilla y harina y añade la masa que no te ha salido bien, poco a poco.
Un saludo, Carmen