No nos engañemos. A todos nos viene bien tener recetas fáciles con las que lucirnos sin despeinarnos. Porque no siempre tenemos tiempo que dedicar a la cocina. O ganas. Para esas ocasiones está este pastel de queso con sobaos que se prepara sin horno y solo requiere de 15 minutos de trabajo por nuestra parte. El resto es cosa de esperar a que el pastel se enfríe para que cuaje y tome cuerpo. El tiempo indicado en la receta es orientativo y dependerá del tipo de molde utilizado, pero las cinco horas de espera no nos las quita nadie. Por ello recomiendo dejarlo hecho la noche anterior. Un poco de organización y listo.
Para quienes estén cuidando el tipo, la nata líquida se puede sustituir por leche y esta puede ser desnatada. La cremosidad del pastel no será la misma, pero con el cambio restamos calorías al conjunto y obtendremos un pastel de queso con sobaos más ligero. No obstante, ya puestos a cometer un exceso, yo recomiendo que os ciñáis a la receta tal cual aparece más abajo y que disfrutéis del placer que proporciona meterse un buen postre entre pecho y espalda. Mientras no lo hagamos todos los días o no nos zampemos medio pastel de una sentada, no habrá problema.
Si os apetece preparar el caramelo casero, adelante con ello. Yo no lo he hecho por pura falta de tiempo y porque tengo un bote de caramelo líquido que estoy deseando acabar, de lo contrario no me lo habría pensado dos veces. El caramelo líquido casero es mucho más rico que el industrial y podemos adaptar el punto a nuestro gusto, algo que personalmente agradezco pues este último siempre me ha parecido demasiado fuerte. Servid este pastel de queso y sobaos con nata montada, fruta fresca troceada, más caramelo líquido para los que nunca tienen suficiente o lo que se os ocurra. Es un postre fetén para una comida familiar.
- 200 ml de leche (preferiblemente entera)
- 200 ml de nata líquida
- 10-12 sobaos
- 5 quesitos en porciones
- 1 sobre de preparado para cuajada
- 50-60 g de azúcar
- Caramelo líquido para la base
- Comenzamos preparando el relleno del pastel de queso vertiendo en una cacerola amplia la leche y la nata líquida.
- Troceamos seis sobaos (reservamos el resto para la base) y los añadimos a la cacerola junto con los quesitos, el preparado para cuajada en polvo y el azúcar. Si nos gusta mucho el dulce, usamos 60 gramos, pero si somos poco golosos lo dejamos en 50.
- Triturar con una batidora eléctrica hasta obtener una crema homogénea en la que no se distinga ninguno de los ingredientes.
- Colocamos la cacerola a fuego medio-bajo y calentamos al tiempo que removemos con unas varillas metálicas para aseguramos que no se agarra la mezcla a la base.
- Cuando la mezcla espese y antes de que hierva retiramos la cacerola del fuego y dejamos atemperar cinco minutos.
- Cubrimos la base y laterales de un molde de 18x8 cm con una cantidad generosa de caramelo líquido.
- Vertemos la mezcla del pastel en el molde sin llegar al borde. Para que la superficie quede bonita al desmoldar, esto lo haremos colocando una cuchara sobre el caramelo y dejando que la mezcla resbale por ella lentamente.
- Cubrimos la superficie con los sobaos reservados. Es posible que tengamos que recortar algunos para rellenar huecos y cubrir bien todo el pastel.
- Tapamos con film transparente y dejamos que se enfríe antes de pasar a la nevera donde dejamos que tome cuerpo durante un mínimo de cinco horas (mejor si es más) antes de desmoldar y consumir.
Javier dice
Una vez compré un caramelo líquido y sabía a quemado. Es como el zumo comercial de las naranjas, que basta que haya alguna pasada para que todoel zumo sepa a moho (sí, ese sabor raro que encontrais en el zumo de naranja comercial es del moho).
Me ocurrió una vez que andando por la calle me abordó una persona que estaba haciendo una encuesta. Me dió a probar tres zumos diferentes y yo tenía que decir cuál me gustaba más.
El primero era zumo de naranja natural y así se lo dije: «Esto es zumo de naranja».
El segundo no estaba mal, aunque se notaba que era artificial. Era uno de esos que se disuelve en agua.
El tercero sabía a naranjas pasadas y era el que se pretendía promocionar. Uno de esos que se vende en brick y se hace pasar por zumo natural.
Para desgracía del encuestador la verdad era que el zumo de su empresa era el peor.
Carmen dice
Los caramelos industriales son muy fuertes, estoy totalmente de acuerdo contigo. Yo tengo un bote en casa para casos de emergencia, pero prefiero hacerlo casero. No tiene color.
Beatriz Iglesias dice
Me ha encantado la receta. He visto muchas veces este tipo de pastel con sobaos pero lo que no me imaginaba era que parte de los sobaos se incluían en la crema del pastel. Tiene una pinta estupenda. Una pregunta: Los sobaos de la base no quedan húmedos, no?
Es un postre muy casero en el que se queda como un rey sin tener que pasar mucho tiempo en la cocina.
Carmen dice
Es un postre delicioso, original, rápido y fácil. Lo tiene todo 🙂 Pero respondiendo a tu pregunta (que me voy por las ramas), los sobaos de la base no quedan húmedos, no. Solo se empapan ligeramente con el caramelo que escurre de la parte superior una vez se desmolda.
Lola dice
Me parece muy fácil y tiene muy buena pinta…pero en que momento se añaden los quesitos. ??..no lo veo en la receta
Carmen dice
Hola Lola, gracias por tu comentario. He revisado la receta y actualizado, pues es cierto que no aparecían los quesitos en el desarrollo. Se añaden a la cacerola junto con la cuajada, los sobaos, etc.
Saludos!
sharina dice
hola, soy de México y me gusta como se ve el pastel. Pero hay algunos terminos que no entiendo, por ejemplo que son los quesillos? Se les conoce de alguna otra manera? Y tampoco se se que son las soboas, me imagino que es un tipo de galleta, se puede sustituir con algo?
De antemano gracias